He oído últimamente algunos comentarios interesantes de un asesor sénior del Tesoro. ¿La clave? Si los tipos realmente bajan como el mercado apuesta, esa idea de la hipoteca a 50 años de la que se ha hablado podría quedar totalmente irrelevante.

Piénsalo: toda la propuesta de hipotecas ultralargas se basa en fijar pagos cuando los costes de endeudamiento están por las nubes. Pero si le das la vuelta: los tipos caen, y de repente las hipotecas estándar a 15 o 30 años vuelven a ser mucho más atractivas. ¿Para qué alargar tu deuda durante medio siglo si puedes refinanciar a algo más corto y barato?

El consenso del mercado se inclina hacia una relajación. Algunos analistas ya están anticipando recortes. Y si eso ocurre, el concepto de la hipoteca a 50 años pierde su razón de ser. Es una de esas propuestas que solo tiene sentido en un entorno de tipos muy concreto, y esa ventana podría cerrarse más rápido de lo esperado.