En estos primeros meses de 2025, muchas predicciones de grandes figuras del sector han sido duramente corregidas por la realidad.

Primero, ETH. Tom Lee, presidente de Bitmine, comenzó el año con confianza total, afirmando que ETH alcanzaría los 15,000 dólares a finales de año. ¿Y qué pasó? Ahora, el precio de ETH todavía ronda los 2,939 dólares, muy lejos de la meta, a más de diez mil dólares de diferencia. La brecha entre predicción y realidad es lo suficientemente grande como para entender qué significa "el costo de las declaraciones".

Luego, BTC. Michael Saylor, fundador de Strategy, también fue ambicioso, anunciando que Bitcoin llegaría a 150,000 dólares a finales de año. ¿Y ahora? BTC está en torno a 87,728 dólares, aunque ha subido bastante desde principios de año, todavía necesita casi duplicar su valor para alcanzar esa meta de 150,000 dólares.

Lo más impactante son las predicciones macroeconómicas. Ray Dalio, fundador de Bridgewater, afirmó que las acciones de IA contienen un riesgo de burbuja enorme. Pero la realidad es otra: Nvidia ha subido más del 30% desde principios de año, sin que esa advertencia de burbuja haya sido tomada en serio.

¿De qué nos enseñan estos casos? El mercado siempre es más complejo que cualquier predicción. Por muy grande que sea el nombre o por muy profesional que sea el análisis, frente a las verdaderas mareas del mercado, también hay momentos en los que todo puede volcarse.