El acuerdo de préstamo Aave ha causado revuelo en la comunidad recientemente. La cuestión central en realidad es bastante delicada: ¿quién es el verdadero controlador? ¿DAO o la empresa Aave Labs?

La situación es la siguiente. Aave integró la herramienta de intercambio CoW Swap, lo cual no presenta problema alguno. Pero los nuevos destinos de las tarifas generadas han generado controversia: una parte de los ingresos va a Aave Labs en lugar de al tesoro del DAO. Algunos miembros de la comunidad no estaban de acuerdo con esto en ese momento. La explicación de Aave Labs fue que estos ingresos provienen del trabajo de desarrollo en la capa de frontend y producto, que pertenecen a la capa de aplicación y no son ingresos del protocolo en sí, por lo que no deben ingresar en la bolsa del DAO.

Suena razonable, ¿verdad? Pero las críticas aumentaron rápidamente. La gente empezó a plantear preguntas más profundas: en un ecosistema con un valor de bloqueo superior a 330 mil millones de dólares, ¿a quién pertenecen la marca, el dominio, las cuentas comunitarias y todos los activos de marca? Esto no es solo una cuestión de dinero, sino también de poder.

Las voces que apoyan que Aave Labs continúe controlando los activos de marca argumentan que la gestión centralizada puede ofrecer una mayor eficiencia en la ejecución y beneficiar la competitividad del producto. Pero otros opinan que, si realmente se trata de una organización autónoma descentralizada, ¿por qué los activos de marca están en manos de una sola empresa?

Esta controversia en realidad refleja la contradicción profunda en toda la industria de las criptomonedas: ¿cómo encontrar un equilibrio entre la idealizada descentralización y la eficiencia práctica de la ejecución?