En los últimos días, el mercado financiero global ha mostrado dos fenómenos que merecen atención, y la lógica de interacción entre ellos se vuelve cada vez más clara.
Primero, el rendimiento de los metales preciosos. El oro en contado superó la barrera de 4500 dólares/onza, algo que no había ocurrido en la historia. La plata también alcanzó récords. ¿Cuál es la fuerza impulsora detrás de esto? Por un lado, las expectativas del mercado de que la Reserva Federal recortará tasas de interés están en aumento; por otro, la inestabilidad en la situación geopolítica también está elevando la demanda de activos refugio. La combinación de estas dos fuerzas ha generado esta tendencia alcista.
Al mismo tiempo, en el ámbito de las políticas, han surgido nuevos factores. Personas relevantes han declarado públicamente que los candidatos que no estén alineados con la postura de la Fed no son adecuados para ser presidente de la Reserva Federal, y han enfatizado que el nuevo presidente debería reducir las tasas de interés de forma proactiva cuando la economía esté en buen estado. Estas declaraciones apuntan directamente a la independencia de las decisiones de la Fed, con una intensidad notable.
Pero los datos económicos han enfriado un poco esas expectativas. El número de solicitudes iniciales de subsidio por desempleo en EE. UU. fue de 214,000, por debajo de lo esperado y alcanzando un mínimo de tres años. Esto indica que el mercado laboral sigue bastante ajustado, y la necesidad de una reducción significativa de tasas en el corto plazo no es tan apremiante. El mercado reaccionó de inmediato, y la probabilidad de que las tasas se mantengan sin cambios hasta marzo ya supera el 50%.
Dentro de esto hay una tensión interesante. Por un lado, la política parece inclinarse hacia un entorno de flexibilización; por otro, los datos económicos en realidad no proporcionan una justificación suficiente para ello. La narrativa política es que la reducción de tasas puede aliviar el descontento de la población respecto a los altos costos de endeudamiento, especialmente en el mercado inmobiliario, lo cual es positivo para las expectativas económicas generales y el ánimo del mercado.
El mercado de criptomonedas reacciona de manera muy sensible a todo esto. Una vez que las expectativas de un ciclo de flexibilización realmente se materialicen, Bitcoin y otros activos de riesgo serán reevaluados. En este entorno, el oro y Bitcoin suelen comportarse de manera diferente: el oro está más impulsado por la búsqueda de refugio y la caída de las tasas de interés reales, mientras que Bitcoin se centra más en la liquidez abundante y en la reevaluación de los activos de riesgo.
De cara a 2026, los análisis principales consideran que el espacio para recortes de tasas de la Fed es limitado, y que probablemente solo haya dos recortes en todo el año. Pero, ¿cuál es la premisa de esta evaluación? Es quién sucederá al actual presidente tras su salida en mayo. Si el nuevo presidente realmente favorece una postura más flexible, el ciclo de flexibilización podría ser más intenso y duradero de lo que actualmente espera el mercado.
Esta diferencia en las expectativas es precisamente uno de los aspectos más sensibles en el mercado actual. Ethereum también tiene oportunidad en este escenario: las actualizaciones ecológicas suelen recibir más atención cuando la liquidez mejora. El rendimiento del sector de las altcoins también depende de los cambios en la preferencia por el riesgo en general. En resumen, una vez que la expectativa de flexibilización se convierta en consenso, estos activos se beneficiarán.
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notSatoshi1971
· hace14h
El oro superando los 4500 ya está valorando una bajada de tipos, pero los datos de desempleo vuelven a contradecirlo, así es como es el mercado ahora, lleno de contradicciones.
Al final, si llega o no un ciclo de flexibilización, todo depende de quién ocupe la posición de presidente de la Reserva Federal en mayo, esa es la verdadera bomba de tiempo.
Una vez que la liquidez se active, ¿qué tan diferente será el rendimiento de BTC y las altcoins? Realmente estamos viendo esta jugada.
Si la política quiere flexibilizar pero los datos económicos no acompañan, con tanta tensión, parece que va a explotar más adelante.
Espera, ¿cómo se movió el Bitcoin cuando el oro alcanzó un nuevo máximo? ¿Realmente pueden sincronizarse esas dos lógicas?
La diferencia en expectativas es lo que realmente importa, ahora quien acierte la postura del nuevo presidente gana.
La actualización ecológica de Ethereum en esta ola, apunta a ese momento en que la liquidez mejore.
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AlwaysAnon
· hace14h
El oro ha superado los 4500, ahora la política y los datos realmente están en conflicto, quien gane decidirá cómo se moverá el mercado de criptomonedas a continuación.
Espera, las expectativas de reducción de tasas y los datos de empleo se contradicen, esta tensión es la más propicia para que el nuevo presidente tenga peso en las decisiones.
Una vez que se confirme un ciclo de flexibilización, BTC y las altcoins realmente despegarán, la liquidez abundante es la clave.
Parece que la postura del nuevo presidente será la mayor variable para 2026, esa apuesta es un poco arriesgada.
El oro alcanza nuevos máximos, el mercado de criptomonedas todavía espera políticas, ahora mismo se trata de la construcción de la confianza de la Reserva Federal.
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MemeTokenGenius
· hace14h
El oro ya ha superado los 4500, mientras que BTC sigue dudando... Esta vez, la diferencia en las expectativas de flexibilización realmente está causando estragos.
En los últimos días, el mercado financiero global ha mostrado dos fenómenos que merecen atención, y la lógica de interacción entre ellos se vuelve cada vez más clara.
Primero, el rendimiento de los metales preciosos. El oro en contado superó la barrera de 4500 dólares/onza, algo que no había ocurrido en la historia. La plata también alcanzó récords. ¿Cuál es la fuerza impulsora detrás de esto? Por un lado, las expectativas del mercado de que la Reserva Federal recortará tasas de interés están en aumento; por otro, la inestabilidad en la situación geopolítica también está elevando la demanda de activos refugio. La combinación de estas dos fuerzas ha generado esta tendencia alcista.
Al mismo tiempo, en el ámbito de las políticas, han surgido nuevos factores. Personas relevantes han declarado públicamente que los candidatos que no estén alineados con la postura de la Fed no son adecuados para ser presidente de la Reserva Federal, y han enfatizado que el nuevo presidente debería reducir las tasas de interés de forma proactiva cuando la economía esté en buen estado. Estas declaraciones apuntan directamente a la independencia de las decisiones de la Fed, con una intensidad notable.
Pero los datos económicos han enfriado un poco esas expectativas. El número de solicitudes iniciales de subsidio por desempleo en EE. UU. fue de 214,000, por debajo de lo esperado y alcanzando un mínimo de tres años. Esto indica que el mercado laboral sigue bastante ajustado, y la necesidad de una reducción significativa de tasas en el corto plazo no es tan apremiante. El mercado reaccionó de inmediato, y la probabilidad de que las tasas se mantengan sin cambios hasta marzo ya supera el 50%.
Dentro de esto hay una tensión interesante. Por un lado, la política parece inclinarse hacia un entorno de flexibilización; por otro, los datos económicos en realidad no proporcionan una justificación suficiente para ello. La narrativa política es que la reducción de tasas puede aliviar el descontento de la población respecto a los altos costos de endeudamiento, especialmente en el mercado inmobiliario, lo cual es positivo para las expectativas económicas generales y el ánimo del mercado.
El mercado de criptomonedas reacciona de manera muy sensible a todo esto. Una vez que las expectativas de un ciclo de flexibilización realmente se materialicen, Bitcoin y otros activos de riesgo serán reevaluados. En este entorno, el oro y Bitcoin suelen comportarse de manera diferente: el oro está más impulsado por la búsqueda de refugio y la caída de las tasas de interés reales, mientras que Bitcoin se centra más en la liquidez abundante y en la reevaluación de los activos de riesgo.
De cara a 2026, los análisis principales consideran que el espacio para recortes de tasas de la Fed es limitado, y que probablemente solo haya dos recortes en todo el año. Pero, ¿cuál es la premisa de esta evaluación? Es quién sucederá al actual presidente tras su salida en mayo. Si el nuevo presidente realmente favorece una postura más flexible, el ciclo de flexibilización podría ser más intenso y duradero de lo que actualmente espera el mercado.
Esta diferencia en las expectativas es precisamente uno de los aspectos más sensibles en el mercado actual. Ethereum también tiene oportunidad en este escenario: las actualizaciones ecológicas suelen recibir más atención cuando la liquidez mejora. El rendimiento del sector de las altcoins también depende de los cambios en la preferencia por el riesgo en general. En resumen, una vez que la expectativa de flexibilización se convierta en consenso, estos activos se beneficiarán.