Comparativa anual: ¿Por qué se invierte la tendencia del euro en 2024?
El euro frente al dólar subió un 0.36% en 2023, pero desde principios de 2024 ha entrado en presión bajista. La causa principal radica en la descoordinación del ritmo de bajada de tipos de interés por parte de los bancos centrales de EE. UU. y la Eurozona. La expectativa de recortes de la Reserva Federal se anticipó, impulsando el euro en el cuarto trimestre del año pasado, mientras que las diferencias económicas y las políticas divergentes entre EE. UU. y Europa comenzaron a dominar en 2024.
En 2023, ambas regiones estaban en ciclos de subida de tipos, y la volatilidad del euro frente al dólar se debió principalmente a las diferencias en el ritmo de subida. Pero ahora la situación ha cambiado: la economía estadounidense muestra fundamentos relativamente sólidos, mientras que la Eurozona enfrenta más riesgos a la baja. Esto obliga a reevaluar las previsiones de la tendencia del euro en 2024.
Tres factores clave que determinan el futuro del euro
Evento político: ciclo del dólar en año de elecciones en EE. UU.
Las elecciones presidenciales de EE. UU. en 2024 serán la variable política más importante del año. La experiencia histórica muestra que en años electorales los candidatos y partidos lanzan señales de política que favorecen la economía estadounidense, lo que genera optimismo en el mercado respecto al dólar y fortalece su posición.
Pero este optimismo suele ser difícil de sostener. En 2016, cuando Trump ganó las elecciones, el euro frente al dólar cayó la mayor parte del tiempo antes del voto, y tras su victoria el 8 de noviembre aceleró su caída. En 2017, algunas promesas no se cumplieron, y el dólar perdió impulso, invirtiéndose la tendencia.
Los datos estadísticos indican que, salvo en años de crisis financiera, en los años electorales el índice del dólar suele ser más fuerte que el año anterior. Esto sugiere que en la primera mitad del año el dólar puede mantenerse apoyado por las expectativas electorales, pero en la segunda mitad hay que estar atento a posibles reversiones si las expectativas optimistas se desvanecen.
Por otro lado, el proceso de Bulgaria para unirse a la Eurozona en 2025 podría debilitar la economía europea en general, ya que su PIB per cápita es claramente inferior al de Alemania, Francia y otros miembros centrales, lo que a largo plazo podría perjudicar al euro.
Fundamentales económicos: EE. UU. lidera la recuperación frente a la Eurozona
Desde el ciclo económico, la Eurozona está saliendo de la recesión hacia la recuperación, mientras que EE. UU. no ha entrado en recesión, y su impulso económico general es claramente superior. Esta ventaja fundamental suele sostener la apreciación del dólar.
Los datos de inflación son aún más decisivos. La inflación en EE. UU. supera a la de la Eurozona, reflejando que la Reserva Federal tiene menos espacio para recortar tipos, y las tasas reales en EE. UU. son más altas. Según las últimas investigaciones, 26 de 38 analistas consultados consideran que en los próximos seis meses el riesgo de repunte inflacionario en la Eurozona es bajo, lo que sugiere que el Banco Central Europeo podría acelerar los recortes de tipos, lo que sería negativo para el euro.
En el sector manufacturero, el PMI estadounidense también supera ligeramente al de la Eurozona, confirmando la ventaja relativa de EE. UU.
Política de los bancos centrales: lucha entre recortes y ritmo
Se espera que en 2024 la Reserva Federal recorte tipos en 150 puntos básicos, mientras que el Banco Central Europeo solo en 75 puntos básicos. Aunque en apariencia un mayor recorte en EE. UU. sería negativo para el dólar, en realidad el ritmo de recortes suele ser más importante que la magnitud.
Según una encuesta de Reuters, aproximadamente el 73% de los economistas prevé que el BCE recorte tipos por primera vez a finales del segundo trimestre, con un 62.7% que piensa que será en junio. La primera bajada de la Fed probablemente ocurra en marzo. Esto significa que en la primera mitad del año la Fed liderará los recortes, presionando al dólar a corto plazo y manteniendo el euro relativamente firme.
Pero a nivel anual, el BCE podría recortar más y más rápido, lo que impulsaría la caída del euro en la segunda mitad del año.
Predicciones de tendencia a corto y medio plazo
Primera mitad del año: oportunidad de ligera apreciación del euro
En los primeros dos trimestres, es probable que el euro frente al dólar suba ligeramente. La lógica principal es que la primera bajada de tipos de la Fed (prevista en marzo) ocurrirá antes que la del BCE (prevista en junio), y el mercado aún no ha digerido completamente los riesgos electorales, por lo que el dólar carece de impulso alcista en ese momento.
El análisis técnico respalda esta visión, con señales de compra en el gráfico semanal. Los inversores pueden ser moderadamente optimistas respecto al rendimiento del euro frente al dólar durante este período.
Segunda mitad del año: presión bajista para el euro
En la segunda mitad, la competencia electoral en EE. UU. se intensifica, y los candidatos proyectan una visión demasiado optimista del futuro económico, elevando el dólar por el optimismo excesivo. Además, EE. UU. podría enfrentarse a riesgos de inflación al alza, lo que también apoyaría al dólar.
El análisis técnico mensual muestra una tendencia neutral, menos clara que la señal semanal, sugiriendo que la dirección en la segunda mitad no será tan definida como en la primera, aunque la tendencia apunta a una presión a la baja del euro.
Más importante aún, los economistas en general prevén que el BCE recortará tipos en mayor medida en 2024, con una reducción total de entre 75 y 100 puntos básicos, lo que reducirá significativamente las tasas reales en la Eurozona y será negativo para el euro.
A lo largo del año, se espera que la caída del euro en la segunda mitad sea mayor que la subida en la primera, manteniendo una tendencia general a la baja en el año.
Estrategia de inversión práctica
Con base en el análisis anterior, los inversores pueden seguir las siguientes estrategias:
Primera y segunda trimestre: perspectiva alcista del euro frente al dólar. La Fed iniciará recortes en marzo, y el BCE no los hará hasta junio, por lo que durante ese período el euro se mantendrá relativamente firme. Además, antes de las elecciones, el dólar carece de un soporte fuerte, por lo que la ventana de oportunidad es favorable.
Tercero y cuarto trimestre: perspectiva bajista del euro frente al dólar. La campaña electoral entra en su fase final, y el optimismo impulsa al dólar; al mismo tiempo, el BCE continúa recortando tipos, reduciendo las tasas reales en Europa. La combinación de ambos factores presionará aún más al euro.
Final de año y principios del próximo: atención a oportunidades de compra del euro. Tras las elecciones, el mercado empezará a ajustar las expectativas excesivamente optimistas, y el dólar perderá soporte y se debilitará. El nuevo presidente cumplirá algunas promesas, pero será difícil cumplir toda la agenda electoral, lo que agotará el impulso alcista del dólar y podría favorecer una recuperación del euro.
Resumen
Se prevé que la tendencia del euro en 2024 siga un patrón de «primer alza y luego caída». En la primera mitad, impulsada por el liderazgo en recortes de la Fed, el euro frente al dólar podría apreciarse ligeramente; en la segunda mitad, por las expectativas optimistas sobre las elecciones en EE. UU. y el aceleramiento de los recortes del BCE, enfrentará presión a la baja. La tendencia general del año seguirá siendo débil, pero no de forma unidireccional; aprovechar los cambios de ritmo en cada fase será la mejor estrategia.
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Predicción de la tendencia del euro en 2024: interpretación de la lógica de inversión de subidas y bajadas
Comparativa anual: ¿Por qué se invierte la tendencia del euro en 2024?
El euro frente al dólar subió un 0.36% en 2023, pero desde principios de 2024 ha entrado en presión bajista. La causa principal radica en la descoordinación del ritmo de bajada de tipos de interés por parte de los bancos centrales de EE. UU. y la Eurozona. La expectativa de recortes de la Reserva Federal se anticipó, impulsando el euro en el cuarto trimestre del año pasado, mientras que las diferencias económicas y las políticas divergentes entre EE. UU. y Europa comenzaron a dominar en 2024.
En 2023, ambas regiones estaban en ciclos de subida de tipos, y la volatilidad del euro frente al dólar se debió principalmente a las diferencias en el ritmo de subida. Pero ahora la situación ha cambiado: la economía estadounidense muestra fundamentos relativamente sólidos, mientras que la Eurozona enfrenta más riesgos a la baja. Esto obliga a reevaluar las previsiones de la tendencia del euro en 2024.
Tres factores clave que determinan el futuro del euro
Evento político: ciclo del dólar en año de elecciones en EE. UU.
Las elecciones presidenciales de EE. UU. en 2024 serán la variable política más importante del año. La experiencia histórica muestra que en años electorales los candidatos y partidos lanzan señales de política que favorecen la economía estadounidense, lo que genera optimismo en el mercado respecto al dólar y fortalece su posición.
Pero este optimismo suele ser difícil de sostener. En 2016, cuando Trump ganó las elecciones, el euro frente al dólar cayó la mayor parte del tiempo antes del voto, y tras su victoria el 8 de noviembre aceleró su caída. En 2017, algunas promesas no se cumplieron, y el dólar perdió impulso, invirtiéndose la tendencia.
Los datos estadísticos indican que, salvo en años de crisis financiera, en los años electorales el índice del dólar suele ser más fuerte que el año anterior. Esto sugiere que en la primera mitad del año el dólar puede mantenerse apoyado por las expectativas electorales, pero en la segunda mitad hay que estar atento a posibles reversiones si las expectativas optimistas se desvanecen.
Por otro lado, el proceso de Bulgaria para unirse a la Eurozona en 2025 podría debilitar la economía europea en general, ya que su PIB per cápita es claramente inferior al de Alemania, Francia y otros miembros centrales, lo que a largo plazo podría perjudicar al euro.
Fundamentales económicos: EE. UU. lidera la recuperación frente a la Eurozona
Desde el ciclo económico, la Eurozona está saliendo de la recesión hacia la recuperación, mientras que EE. UU. no ha entrado en recesión, y su impulso económico general es claramente superior. Esta ventaja fundamental suele sostener la apreciación del dólar.
Los datos de inflación son aún más decisivos. La inflación en EE. UU. supera a la de la Eurozona, reflejando que la Reserva Federal tiene menos espacio para recortar tipos, y las tasas reales en EE. UU. son más altas. Según las últimas investigaciones, 26 de 38 analistas consultados consideran que en los próximos seis meses el riesgo de repunte inflacionario en la Eurozona es bajo, lo que sugiere que el Banco Central Europeo podría acelerar los recortes de tipos, lo que sería negativo para el euro.
En el sector manufacturero, el PMI estadounidense también supera ligeramente al de la Eurozona, confirmando la ventaja relativa de EE. UU.
Política de los bancos centrales: lucha entre recortes y ritmo
Se espera que en 2024 la Reserva Federal recorte tipos en 150 puntos básicos, mientras que el Banco Central Europeo solo en 75 puntos básicos. Aunque en apariencia un mayor recorte en EE. UU. sería negativo para el dólar, en realidad el ritmo de recortes suele ser más importante que la magnitud.
Según una encuesta de Reuters, aproximadamente el 73% de los economistas prevé que el BCE recorte tipos por primera vez a finales del segundo trimestre, con un 62.7% que piensa que será en junio. La primera bajada de la Fed probablemente ocurra en marzo. Esto significa que en la primera mitad del año la Fed liderará los recortes, presionando al dólar a corto plazo y manteniendo el euro relativamente firme.
Pero a nivel anual, el BCE podría recortar más y más rápido, lo que impulsaría la caída del euro en la segunda mitad del año.
Predicciones de tendencia a corto y medio plazo
Primera mitad del año: oportunidad de ligera apreciación del euro
En los primeros dos trimestres, es probable que el euro frente al dólar suba ligeramente. La lógica principal es que la primera bajada de tipos de la Fed (prevista en marzo) ocurrirá antes que la del BCE (prevista en junio), y el mercado aún no ha digerido completamente los riesgos electorales, por lo que el dólar carece de impulso alcista en ese momento.
El análisis técnico respalda esta visión, con señales de compra en el gráfico semanal. Los inversores pueden ser moderadamente optimistas respecto al rendimiento del euro frente al dólar durante este período.
Segunda mitad del año: presión bajista para el euro
En la segunda mitad, la competencia electoral en EE. UU. se intensifica, y los candidatos proyectan una visión demasiado optimista del futuro económico, elevando el dólar por el optimismo excesivo. Además, EE. UU. podría enfrentarse a riesgos de inflación al alza, lo que también apoyaría al dólar.
El análisis técnico mensual muestra una tendencia neutral, menos clara que la señal semanal, sugiriendo que la dirección en la segunda mitad no será tan definida como en la primera, aunque la tendencia apunta a una presión a la baja del euro.
Más importante aún, los economistas en general prevén que el BCE recortará tipos en mayor medida en 2024, con una reducción total de entre 75 y 100 puntos básicos, lo que reducirá significativamente las tasas reales en la Eurozona y será negativo para el euro.
A lo largo del año, se espera que la caída del euro en la segunda mitad sea mayor que la subida en la primera, manteniendo una tendencia general a la baja en el año.
Estrategia de inversión práctica
Con base en el análisis anterior, los inversores pueden seguir las siguientes estrategias:
Primera y segunda trimestre: perspectiva alcista del euro frente al dólar. La Fed iniciará recortes en marzo, y el BCE no los hará hasta junio, por lo que durante ese período el euro se mantendrá relativamente firme. Además, antes de las elecciones, el dólar carece de un soporte fuerte, por lo que la ventana de oportunidad es favorable.
Tercero y cuarto trimestre: perspectiva bajista del euro frente al dólar. La campaña electoral entra en su fase final, y el optimismo impulsa al dólar; al mismo tiempo, el BCE continúa recortando tipos, reduciendo las tasas reales en Europa. La combinación de ambos factores presionará aún más al euro.
Final de año y principios del próximo: atención a oportunidades de compra del euro. Tras las elecciones, el mercado empezará a ajustar las expectativas excesivamente optimistas, y el dólar perderá soporte y se debilitará. El nuevo presidente cumplirá algunas promesas, pero será difícil cumplir toda la agenda electoral, lo que agotará el impulso alcista del dólar y podría favorecer una recuperación del euro.
Resumen
Se prevé que la tendencia del euro en 2024 siga un patrón de «primer alza y luego caída». En la primera mitad, impulsada por el liderazgo en recortes de la Fed, el euro frente al dólar podría apreciarse ligeramente; en la segunda mitad, por las expectativas optimistas sobre las elecciones en EE. UU. y el aceleramiento de los recortes del BCE, enfrentará presión a la baja. La tendencia general del año seguirá siendo débil, pero no de forma unidireccional; aprovechar los cambios de ritmo en cada fase será la mejor estrategia.