La sabiduría de Graham sobre valuación de activos cobra especial relevancia cuando observamos las bolsas asiáticas actuales. A menor precio, menor riesgo; a mayor precio, mayor exposición. Bajo esta óptica, los principales mercados de Asia oriental presentan un atractivo particular en el contexto económico presente. Este análisis te proporciona los elementos clave para entender las bolsas asiáticas, evaluar su situación de mercado y proyectar tu estrategia de inversión para el próximo año.
Panorama actual de las bolsas asiáticas
El centro de atención en los mercados financieros asiáticos se concentra actualmente en los desafíos tanto coyunturales como estructurales que enfrenta la economía china, y qué medidas implementarán sus autoridades para revertir la situación presente.
En términos de capitalización bursátil, las tres principales bolsas asiáticas de China —Shanghai, Hong Kong y Shenzhen— han experimentado una destrucción de valor cercana a los 6 billones de dólares desde sus picos de 2021. Los resultados hablan por sí solos:
Índice China A50: retroceso del 44,01%
Índice Hang Seng: caída del 47,13%
Índice Shenzhen 100: desplome del 51,56%
Este deterioro responde a múltiples factores concurrentes: el fracaso de la política de cero-COVID, el endurecimiento regulatorio sobre corporaciones tecnológicas, la crisis inmobiliaria que afecta el corazón de la economía, la contracción de la demanda externa y las restricciones comerciales estadounidenses sobre semiconductores de punta destinados a China.
El resultado es evidente: la economía china ha abandonado su trayectoria de expansión de dos dígitos, y los obstáculos estructurales se hacen cada vez más manifiestos. La inversión extranjera directa disminuye, la manufactura se redistribuye hacia economías emergentes como India, Vietnam e Indonesia, la demografía muestra envejecimiento acelerado con tasas de natalidad históricamente bajas, presagiando declive poblacional y presiones en el mercado laboral.
Respuestas de política económica
Frente a esta realidad, el banco central chino (PBOC) ha anunciado una reducción de 50 puntos básicos en el Coeficiente de Reservas Obligatorias para instituciones bancarias, movimiento que liberaría aproximadamente 1 billón de yuanes (equivalente a unos 139.450 millones de dólares) para inyección en la economía.
Sin embargo, la medida más estratégica aún en negociación sería un paquete de rescate del mercado accionario por aproximadamente 2 billones de yuanes (278.900 millones de dólares), financiado mediante cuentas externas de empresas estatales como componente de un fondo estabilizador diseñado para adquirir valores locales y contener la sangría de ventas que observamos en bolsas asiáticas.
Paralelamente, la autoridad monetaria ha mantenido la tasa preferencial de préstamo a 12 meses en su nivel mínimo histórico de 3,45%, procedimiento iniciado a finales de 2021.
Adicionalmente, China experimenta actualmente presiones deflacionarias que revelan deterioro en el consumo doméstico. Las acciones implementadas representan estímulos de liquidez convencionales, pero su tardanza y falta de coordinación dentro de un programa integral generan interrogantes sobre su suficiencia para reactiva la actividad económica. Mientras los mercados financieros asiáticos observan el desenlace, las cifras oficiales muestran que el PIB chino creció al 5,2% en Q4 2023, marginalmente por debajo de pronósticos pero considerablemente distante del crecimiento explosivo de décadas previas.
Dimensiones fundamentales del mercado asiático
Los mercados financieros asiáticos engloban el universo de bolsas y mercados de capitales que operan en naciones asiáticas, particularmente en la región Asia-Pacífico. Este continente, el más extenso y poblado del planeta, ha experimentado un desplazamiento progresivo del epicentro económico mundial hacia su territorio, generando oportunidades significativas para participantes interesados en las bolsas asiáticas.
Las economías más relevantes por tamaño incluyen:
China —segunda potencia económica global— alberga tres de los mayores centros bursátiles de Asia: la Bolsa de Valores de Shanghai (la más grande de toda la región), el Mercado de Hong Kong (HKEX) y la Bolsa de Shenzhen. Estas plazas integran más de 6.800 compañías listadas, aunque existen condiciones específicas para inversores extranjeros.
India —quinta economía mundial— posee múltiples mercados de capitales, siendo el Bombay Stock Exchange su principal centro, ofreciendo acceso a más de 5.500 empresas.
Subsiguientemente, encontramos economías intermedias ya consolidadas: Corea del Sur, Australia, Taiwán, Singapur y Nueva Zelanda.
Igualmente relevantes son los mercados emergentes dinámicos: Indonesia, Tailandia, Filipinas, Vietnam y Malasia, que han incrementado su expansión económica en las décadas recientes con resultados heterogéneos.
Volumen de capitalización en bolsas asiáticas
Según datos de mercado para 2023, los mayores centros bursátiles de Asia por capitalización fueron:
Shanghai: 7.357 billones de dólares (líder indiscutible)
Tokio (Japón): 5.586 billones
Shenzhen: 4.934 billones
Hong Kong: 4.567 billones
El total combinado de bolsas asiáticas chinas alcanzó 16.860 billones de dólares, seguidas por los mercados de India, Corea del Sur, Australia y Taiwán. Esta concentración refleja la importancia de China como motor financiero regional.
Horarios operacionales y sincronización de sesiones
Para quienes operan desde ubicaciones europeas, entender los horarios de las bolsas asiáticas resulta fundamental. Tomando a Madrid como referencia (zona horaria CET/GMT+1):
Tokio (GMT+9): diferencia de 8 horas
Shanghai, Shenzhen, Hong Kong (GMT+8): diferencia de 7 horas
Si resides en Madrid y deseas operar estas bolsas asiáticas en tiempo real, debes estar activo entre la 1:00 a.m. (apertura de Tokio) y las 9:00 a.m. (cierre de Hong Kong).
El solapamiento de horarios entre los cuatro principales mercados asiáticos ocurre entre las 2:30 a.m. y las 8:00 a.m., período que garantiza máximo volumen y liquidez. Este “solapamiento asiático” representa una ventana estratégica de oportunidades operacionales con transaccionalidad elevada.
Análisis técnico de índices principales
Índice China A50
Este indicador rastrea 50 acciones clase A de Shanghai y Shenzhen, seleccionadas por capitalización de mercado, representando las corporaciones más grandes y líquidas de la China continental.
El China A50 mantiene una tendencia bajista desde febrero de 2021 (máximo histórico: 20.603,10$). Actualmente cotiza a 11.160,60$, aproximadamente 9,6% por debajo de su media móvil exponencial de 50 semanas (12.232,90$). El Índice de Fuerza Relativa fluctúa descendentemente por debajo de su zona media, indicando consolidación bajista.
Niveles técnicos clave: 8.343,90$ (mínimos 2015), 10.169,20$ (mínimos 2018), 15.435,50$ (máximos 2015). Para giros alcistas sostenibles se requiere ruptura clara de tendencia y reconfiguración de indicadores momentum.
Índice Hang Seng
Ponderado por capitalización, rastrea empresas principales de Hong Kong, cubriendo 65% de la capitalización total con más de 80 empresas multisectoriales. Presenta dinámicas similares al China A50: cotiza bajo su línea de tendencia bajista, RSI en consolidación bajista, nivel actual 16.077,25 HK$. Resistencias próximas en 18.278,80 HK$ y 24.988,57 HK$.
Índice Shenzhen 100
Mide las 100 principales acciones clase A listadas en Shenzhen, operando en clave bajista desde febrero 2021 (máximo: 8.234,00 yuanes). Cotiza actualmente a 3.838,76 yuanes, 16,8% bajo su media de 50 semanas. El RSI próximo a sobreventa (30). Soportes relevantes en 2.902,32 yuanes (2018) y 4.534,22 yuanes (2010).
Pese al desempeño negativo actual, existe potencial latente en estas bolsas asiáticas condicionado a mejora actividad económica y políticas favorables.
Desafíos estructurales de la región
La región Asia-Pacífico enfrenta cuatro desafíos fundamentales:
1. Inestabilidad geopolítica: La región es epicentro de múltiples focos de tensión (Península Coreana, Mar de China Meridional, Estrecho de Taiwán, frontera India-China), con riesgo de escalada comercial o militar que comprometería estabilidad y cooperación.
2. Desaceleración del crecimiento económico: Se anticipa que China mantendrá ritmos más moderados, generando efectos secundarios en economías dependientes de comercio, inversión y turismo regional. La recuperación post-COVID aún continúa.
3. Transición demográfica acelerada: Envejecimiento poblacional, urbanización intensiva, migración y cambio en roles sociales juveniles generan presiones sobre seguridad social, ambiente, disponibilidad de mano de obra y desajustes de competencias laborales.
4. Vulnerabilidad climática: La región enfrentará crecientes impactos de eventos extremos, biodiversidad comprometida e inseguridad alimentaria. Simultáneamente, representa aproximadamente 50% de emisiones globales de gases invernadero, requiriendo equilibrio entre desarrollo y sostenibilidad energética.
Contexto de hegemonía de mercados globales
El liderazgo absoluto permanece con Estados Unidos, que concentraba el 58,4% de capitalización bursátil global en 2022. Esta supremacía resulta del prolongado crecimiento del siglo XX, fortaleza institucional y mantenimiento del dólar como moneda de reserva mundial.
Los principales mercados asiáticos (Japón, China, Australia) en conjunto poseían cuota de 12,2%. Aunque la brecha es sustancial, resulta instructivo recordar que Japón alcanzó 40% de cuota en 1989 —incluso superior a EE.UU.— antes de su prolongado declive. En el caso de China, su desempeño hasta ahora ha sido notable, pero el rol central del estado en la economía podría limitar oportunidades futuras de crecimiento, afectando perspectivas de las bolsas asiáticas.
Opciones de inversión en mercados asiáticos
Acciones directas
Inversión accionaria directa: Las corporaciones chinas principales compiten en magnitud con gigantes occidentales. State Grid (servicios básicos), China National Petroleum y Sinopec (energía) lideran por ingresos. Estas adquisiciones enfrentan restricciones para inversores minoristas extranjeros.
Alternativas más accesibles incluyen empresas de economía digital y manufactura: JD.com (comercio electrónico, 156 billones$ en ingresos), Alibaba, Tencent, Pinduoduo, Vipshop y BYD (vehículos). Estas pueden adquirirse mediante ADRs en bolsas occidentales.
Derivados y productos alternativos
Para operativa indirecta, existen instrumentos derivados como Contratos por Diferencia, permitiendo especulación sin posesión del activo subyacente. Estos se comercian en plataformas reguladas, proporcionando exposición a índices, acciones y pares de divisas asiáticas.
Conclusión: Monitoreo de políticas
Si tu objetivo es participar en mercados financieros asiáticos —particularmente en china—, la estrategia prioritaria consiste en seguimiento continuo de anuncios relativos a estímulos monetarios, fiscales y regulatorios. Esa es la métrica a la cual debes prestar atención sistemática. El timing de entrada dependerá de señales de cambio de tendencia en políticas gubernamentales y confirmación técnica de reversiones bajistas.
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Guía para operar en bolsas asiáticas: Oportunidades y riesgos en 2024
La sabiduría de Graham sobre valuación de activos cobra especial relevancia cuando observamos las bolsas asiáticas actuales. A menor precio, menor riesgo; a mayor precio, mayor exposición. Bajo esta óptica, los principales mercados de Asia oriental presentan un atractivo particular en el contexto económico presente. Este análisis te proporciona los elementos clave para entender las bolsas asiáticas, evaluar su situación de mercado y proyectar tu estrategia de inversión para el próximo año.
Panorama actual de las bolsas asiáticas
El centro de atención en los mercados financieros asiáticos se concentra actualmente en los desafíos tanto coyunturales como estructurales que enfrenta la economía china, y qué medidas implementarán sus autoridades para revertir la situación presente.
En términos de capitalización bursátil, las tres principales bolsas asiáticas de China —Shanghai, Hong Kong y Shenzhen— han experimentado una destrucción de valor cercana a los 6 billones de dólares desde sus picos de 2021. Los resultados hablan por sí solos:
Este deterioro responde a múltiples factores concurrentes: el fracaso de la política de cero-COVID, el endurecimiento regulatorio sobre corporaciones tecnológicas, la crisis inmobiliaria que afecta el corazón de la economía, la contracción de la demanda externa y las restricciones comerciales estadounidenses sobre semiconductores de punta destinados a China.
El resultado es evidente: la economía china ha abandonado su trayectoria de expansión de dos dígitos, y los obstáculos estructurales se hacen cada vez más manifiestos. La inversión extranjera directa disminuye, la manufactura se redistribuye hacia economías emergentes como India, Vietnam e Indonesia, la demografía muestra envejecimiento acelerado con tasas de natalidad históricamente bajas, presagiando declive poblacional y presiones en el mercado laboral.
Respuestas de política económica
Frente a esta realidad, el banco central chino (PBOC) ha anunciado una reducción de 50 puntos básicos en el Coeficiente de Reservas Obligatorias para instituciones bancarias, movimiento que liberaría aproximadamente 1 billón de yuanes (equivalente a unos 139.450 millones de dólares) para inyección en la economía.
Sin embargo, la medida más estratégica aún en negociación sería un paquete de rescate del mercado accionario por aproximadamente 2 billones de yuanes (278.900 millones de dólares), financiado mediante cuentas externas de empresas estatales como componente de un fondo estabilizador diseñado para adquirir valores locales y contener la sangría de ventas que observamos en bolsas asiáticas.
Paralelamente, la autoridad monetaria ha mantenido la tasa preferencial de préstamo a 12 meses en su nivel mínimo histórico de 3,45%, procedimiento iniciado a finales de 2021.
Adicionalmente, China experimenta actualmente presiones deflacionarias que revelan deterioro en el consumo doméstico. Las acciones implementadas representan estímulos de liquidez convencionales, pero su tardanza y falta de coordinación dentro de un programa integral generan interrogantes sobre su suficiencia para reactiva la actividad económica. Mientras los mercados financieros asiáticos observan el desenlace, las cifras oficiales muestran que el PIB chino creció al 5,2% en Q4 2023, marginalmente por debajo de pronósticos pero considerablemente distante del crecimiento explosivo de décadas previas.
Dimensiones fundamentales del mercado asiático
Los mercados financieros asiáticos engloban el universo de bolsas y mercados de capitales que operan en naciones asiáticas, particularmente en la región Asia-Pacífico. Este continente, el más extenso y poblado del planeta, ha experimentado un desplazamiento progresivo del epicentro económico mundial hacia su territorio, generando oportunidades significativas para participantes interesados en las bolsas asiáticas.
Las economías más relevantes por tamaño incluyen:
China —segunda potencia económica global— alberga tres de los mayores centros bursátiles de Asia: la Bolsa de Valores de Shanghai (la más grande de toda la región), el Mercado de Hong Kong (HKEX) y la Bolsa de Shenzhen. Estas plazas integran más de 6.800 compañías listadas, aunque existen condiciones específicas para inversores extranjeros.
India —quinta economía mundial— posee múltiples mercados de capitales, siendo el Bombay Stock Exchange su principal centro, ofreciendo acceso a más de 5.500 empresas.
Subsiguientemente, encontramos economías intermedias ya consolidadas: Corea del Sur, Australia, Taiwán, Singapur y Nueva Zelanda.
Igualmente relevantes son los mercados emergentes dinámicos: Indonesia, Tailandia, Filipinas, Vietnam y Malasia, que han incrementado su expansión económica en las décadas recientes con resultados heterogéneos.
Volumen de capitalización en bolsas asiáticas
Según datos de mercado para 2023, los mayores centros bursátiles de Asia por capitalización fueron:
El total combinado de bolsas asiáticas chinas alcanzó 16.860 billones de dólares, seguidas por los mercados de India, Corea del Sur, Australia y Taiwán. Esta concentración refleja la importancia de China como motor financiero regional.
Horarios operacionales y sincronización de sesiones
Para quienes operan desde ubicaciones europeas, entender los horarios de las bolsas asiáticas resulta fundamental. Tomando a Madrid como referencia (zona horaria CET/GMT+1):
Si resides en Madrid y deseas operar estas bolsas asiáticas en tiempo real, debes estar activo entre la 1:00 a.m. (apertura de Tokio) y las 9:00 a.m. (cierre de Hong Kong).
El solapamiento de horarios entre los cuatro principales mercados asiáticos ocurre entre las 2:30 a.m. y las 8:00 a.m., período que garantiza máximo volumen y liquidez. Este “solapamiento asiático” representa una ventana estratégica de oportunidades operacionales con transaccionalidad elevada.
Análisis técnico de índices principales
Índice China A50
Este indicador rastrea 50 acciones clase A de Shanghai y Shenzhen, seleccionadas por capitalización de mercado, representando las corporaciones más grandes y líquidas de la China continental.
El China A50 mantiene una tendencia bajista desde febrero de 2021 (máximo histórico: 20.603,10$). Actualmente cotiza a 11.160,60$, aproximadamente 9,6% por debajo de su media móvil exponencial de 50 semanas (12.232,90$). El Índice de Fuerza Relativa fluctúa descendentemente por debajo de su zona media, indicando consolidación bajista.
Niveles técnicos clave: 8.343,90$ (mínimos 2015), 10.169,20$ (mínimos 2018), 15.435,50$ (máximos 2015). Para giros alcistas sostenibles se requiere ruptura clara de tendencia y reconfiguración de indicadores momentum.
Índice Hang Seng
Ponderado por capitalización, rastrea empresas principales de Hong Kong, cubriendo 65% de la capitalización total con más de 80 empresas multisectoriales. Presenta dinámicas similares al China A50: cotiza bajo su línea de tendencia bajista, RSI en consolidación bajista, nivel actual 16.077,25 HK$. Resistencias próximas en 18.278,80 HK$ y 24.988,57 HK$.
Índice Shenzhen 100
Mide las 100 principales acciones clase A listadas en Shenzhen, operando en clave bajista desde febrero 2021 (máximo: 8.234,00 yuanes). Cotiza actualmente a 3.838,76 yuanes, 16,8% bajo su media de 50 semanas. El RSI próximo a sobreventa (30). Soportes relevantes en 2.902,32 yuanes (2018) y 4.534,22 yuanes (2010).
Pese al desempeño negativo actual, existe potencial latente en estas bolsas asiáticas condicionado a mejora actividad económica y políticas favorables.
Desafíos estructurales de la región
La región Asia-Pacífico enfrenta cuatro desafíos fundamentales:
1. Inestabilidad geopolítica: La región es epicentro de múltiples focos de tensión (Península Coreana, Mar de China Meridional, Estrecho de Taiwán, frontera India-China), con riesgo de escalada comercial o militar que comprometería estabilidad y cooperación.
2. Desaceleración del crecimiento económico: Se anticipa que China mantendrá ritmos más moderados, generando efectos secundarios en economías dependientes de comercio, inversión y turismo regional. La recuperación post-COVID aún continúa.
3. Transición demográfica acelerada: Envejecimiento poblacional, urbanización intensiva, migración y cambio en roles sociales juveniles generan presiones sobre seguridad social, ambiente, disponibilidad de mano de obra y desajustes de competencias laborales.
4. Vulnerabilidad climática: La región enfrentará crecientes impactos de eventos extremos, biodiversidad comprometida e inseguridad alimentaria. Simultáneamente, representa aproximadamente 50% de emisiones globales de gases invernadero, requiriendo equilibrio entre desarrollo y sostenibilidad energética.
Contexto de hegemonía de mercados globales
El liderazgo absoluto permanece con Estados Unidos, que concentraba el 58,4% de capitalización bursátil global en 2022. Esta supremacía resulta del prolongado crecimiento del siglo XX, fortaleza institucional y mantenimiento del dólar como moneda de reserva mundial.
Los principales mercados asiáticos (Japón, China, Australia) en conjunto poseían cuota de 12,2%. Aunque la brecha es sustancial, resulta instructivo recordar que Japón alcanzó 40% de cuota en 1989 —incluso superior a EE.UU.— antes de su prolongado declive. En el caso de China, su desempeño hasta ahora ha sido notable, pero el rol central del estado en la economía podría limitar oportunidades futuras de crecimiento, afectando perspectivas de las bolsas asiáticas.
Opciones de inversión en mercados asiáticos
Acciones directas
Inversión accionaria directa: Las corporaciones chinas principales compiten en magnitud con gigantes occidentales. State Grid (servicios básicos), China National Petroleum y Sinopec (energía) lideran por ingresos. Estas adquisiciones enfrentan restricciones para inversores minoristas extranjeros.
Alternativas más accesibles incluyen empresas de economía digital y manufactura: JD.com (comercio electrónico, 156 billones$ en ingresos), Alibaba, Tencent, Pinduoduo, Vipshop y BYD (vehículos). Estas pueden adquirirse mediante ADRs en bolsas occidentales.
Derivados y productos alternativos
Para operativa indirecta, existen instrumentos derivados como Contratos por Diferencia, permitiendo especulación sin posesión del activo subyacente. Estos se comercian en plataformas reguladas, proporcionando exposición a índices, acciones y pares de divisas asiáticas.
Conclusión: Monitoreo de políticas
Si tu objetivo es participar en mercados financieros asiáticos —particularmente en china—, la estrategia prioritaria consiste en seguimiento continuo de anuncios relativos a estímulos monetarios, fiscales y regulatorios. Esa es la métrica a la cual debes prestar atención sistemática. El timing de entrada dependerá de señales de cambio de tendencia en políticas gubernamentales y confirmación técnica de reversiones bajistas.