El dólar australiano frente al dólar estadounidense volvió a mostrar una tendencia a la depreciación el lunes, llegando a cotizar cerca de 0.6520 en algún momento. Detrás de esta aparente simple fluctuación en el tipo de cambio, en realidad se libra una intensa lucha de expectativas de política monetaria entre las dos principales bancos centrales: la Reserva Federal de EE. UU. (Fed) no espera reducir tasas, mientras que las apuestas a una bajada de tasas en EE. UU. se están desmoronando rápidamente.
La Fed endurece su postura y el dólar se recupera
Los datos más recientes muestran un cambio interesante: hace una semana, el mercado consideraba que la probabilidad de una bajada de tasas en diciembre por parte de la Fed era del 67%, y ahora esa cifra ha caído al 46%. La causa de este cambio es sencilla: las recientes declaraciones de los funcionarios de la Fed han enfriado las expectativas de recortes.
El viernes, el presidente del Banco de la Reserva de Kansas City, Jeffrey Schmid, afirmó que la política actual de la Fed es “moderadamente restrictiva” y que debería “resistir el crecimiento de la demanda”. El presidente del Banco de la Reserva de St. Louis, Alberto M. Musalem, también indicó que las tasas están ahora más cerca de un nivel neutral que restrictivo, subrayando que “el espacio para flexibilizar es limitado”. Estas declaraciones sugieren que la probabilidad de que la Fed mantenga su postura sin cambios en el corto plazo está en aumento.
La manifestación más evidente de esto es que el índice del dólar (DXY) se ha fortalecido, cotizando actualmente cerca de 99.40. Cada vez que el mercado pierde expectativas de recortes en las tasas de la Fed, el dólar suele ser el gran beneficiado.
RBA mantiene postura hawkish, el dólar australiano carece de soporte
En contraste con la postura dura de la Fed, el Banco de la Reserva de Australia (RBA) tampoco tiene prisa por reducir tasas. Los futuros de tasas interbancarias en ASX a 30 días muestran que la probabilidad de que el RBA reduzca las tasas del 3.60% al 3.35% en diciembre es solo del 6%, lo que equivale prácticamente a decir “¿una bajada de tasas? Imposible”.
El vicepresidente del RBA, Andrew Housser, admitió la semana pasada que la política monetaria “sigue siendo restrictiva”, aunque la junta continúa debatiendo sobre ello. La implicación es clara: las posibilidades de que el RBA cambie su postura en el corto plazo son bajas.
La única noticia que favorece al dólar australiano proviene de los datos de empleo nacionales. En octubre, la tasa de desempleo en Australia bajó del 4.5% en septiembre al 4.3%, muy por debajo del 4.4% esperado. El crecimiento del empleo también fue fuerte, con 42.2K nuevos puestos de trabajo en ese mes, muy por encima de los 20K previstos. La cantidad de empleos a tiempo completo aumentó en 55.3K, lo que demuestra la resiliencia del mercado laboral. Sin embargo, esto no es suficiente para contrarrestar la presión del dólar estadounidense en ascenso.
Análisis técnico: buscando una ruptura en la consolidación en rectángulo
Desde el gráfico de velas, el par AUD/USD está en una consolidación dentro de un rango rectangular, reflejando un movimiento lateral. El precio oscila cerca de 0.6520 en torno a la media móvil exponencial de nueve días, indicando que el impulso a corto plazo está estable.
La frontera superior de este rectángulo está aproximadamente en 0.6630. Una ruptura por encima de ese nivel podría allanar el camino para una tendencia alcista en el dólar australiano. Si se produce esa ruptura, el próximo objetivo potencial sería el máximo de 13 meses en 0.6707, alcanzado por última vez el 17 de septiembre.
Por otro lado, el riesgo a la baja también es importante. La línea de soporte inferior del rectángulo está en torno a 0.6470; si se pierde ese nivel, el AUD enfrentará una mayor presión a la baja. Más abajo, se encuentra el mínimo de cinco meses en 0.6414, alcanzado el 21 de agosto.
Perspectiva global: datos económicos con señales mixtas que dificultan la dirección
Desde el punto de vista global, el mercado está digiriendo una serie de señales mixtas. Los datos laborales del sector privado en EE. UU. muestran debilitamiento, con la firma de procesamiento de datos automatizados (ADP) reportando una desaceleración en el mercado laboral; en octubre, los despidos de empleadores alcanzaron los 153,074, por encima del mes anterior. Pero, al mismo tiempo, el cierre del gobierno estadounidense ha finalizado oficialmente (Donald Trump firmó el jueves la ley de asignaciones), y se esperan varios datos económicos próximamente.
En China, en octubre, las ventas minoristas crecieron un 2.9% interanual, aunque cayeron respecto al mes anterior, superando las expectativas; la producción industrial solo aumentó un 4.9% interanual, por debajo del 5.5% esperado; y la inversión en activos fijos cayó un 1.7% interanual, muy por debajo del -0.8% previsto. La Oficina Nacional de Estadísticas de China afirmó que continuará fomentando nuevas fuerzas productivas y que la dinámica de oferta y demanda mejorará gradualmente. El IPC de octubre volvió a situarse en terreno positivo. Esto indica que la economía china está en proceso de estabilización.
Como indicador de riesgo, el dólar australiano continúa bajo presión en medio de expectativas de crecimiento global inciertas y una mayor apreciación del dólar estadounidense.
Los futuros del AUD frente a otras monedas: puntos clave
A corto plazo, el AUD carece de impulso alcista en un contexto donde ambos bancos centrales no tienen prisa por reducir tasas. La postura cada vez más dura de la Fed y el fortalecimiento del dólar estadounidense son los principales obstáculos para el dólar australiano. Sin embargo, la resiliencia de los datos de empleo en Australia proporciona cierto soporte, evitando caídas más profundas.
El rumbo del AUD/USD dependerá en gran medida del resultado de la reunión de política monetaria de la Fed en diciembre: si la Fed decide mantener las tasas sin cambios, el dólar seguirá beneficiándose. Al mismo tiempo, el mercado espera más datos económicos para verificar la verdadera situación del crecimiento global, lo cual influirá directamente en las expectativas de demanda de monedas de materias primas como el dólar australiano.
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Detrás de la debilidad del dólar australiano: ¿Cómo la cambio de actitud de la Reserva Federal está afectando al AUD?
El dólar australiano frente al dólar estadounidense volvió a mostrar una tendencia a la depreciación el lunes, llegando a cotizar cerca de 0.6520 en algún momento. Detrás de esta aparente simple fluctuación en el tipo de cambio, en realidad se libra una intensa lucha de expectativas de política monetaria entre las dos principales bancos centrales: la Reserva Federal de EE. UU. (Fed) no espera reducir tasas, mientras que las apuestas a una bajada de tasas en EE. UU. se están desmoronando rápidamente.
La Fed endurece su postura y el dólar se recupera
Los datos más recientes muestran un cambio interesante: hace una semana, el mercado consideraba que la probabilidad de una bajada de tasas en diciembre por parte de la Fed era del 67%, y ahora esa cifra ha caído al 46%. La causa de este cambio es sencilla: las recientes declaraciones de los funcionarios de la Fed han enfriado las expectativas de recortes.
El viernes, el presidente del Banco de la Reserva de Kansas City, Jeffrey Schmid, afirmó que la política actual de la Fed es “moderadamente restrictiva” y que debería “resistir el crecimiento de la demanda”. El presidente del Banco de la Reserva de St. Louis, Alberto M. Musalem, también indicó que las tasas están ahora más cerca de un nivel neutral que restrictivo, subrayando que “el espacio para flexibilizar es limitado”. Estas declaraciones sugieren que la probabilidad de que la Fed mantenga su postura sin cambios en el corto plazo está en aumento.
La manifestación más evidente de esto es que el índice del dólar (DXY) se ha fortalecido, cotizando actualmente cerca de 99.40. Cada vez que el mercado pierde expectativas de recortes en las tasas de la Fed, el dólar suele ser el gran beneficiado.
RBA mantiene postura hawkish, el dólar australiano carece de soporte
En contraste con la postura dura de la Fed, el Banco de la Reserva de Australia (RBA) tampoco tiene prisa por reducir tasas. Los futuros de tasas interbancarias en ASX a 30 días muestran que la probabilidad de que el RBA reduzca las tasas del 3.60% al 3.35% en diciembre es solo del 6%, lo que equivale prácticamente a decir “¿una bajada de tasas? Imposible”.
El vicepresidente del RBA, Andrew Housser, admitió la semana pasada que la política monetaria “sigue siendo restrictiva”, aunque la junta continúa debatiendo sobre ello. La implicación es clara: las posibilidades de que el RBA cambie su postura en el corto plazo son bajas.
La única noticia que favorece al dólar australiano proviene de los datos de empleo nacionales. En octubre, la tasa de desempleo en Australia bajó del 4.5% en septiembre al 4.3%, muy por debajo del 4.4% esperado. El crecimiento del empleo también fue fuerte, con 42.2K nuevos puestos de trabajo en ese mes, muy por encima de los 20K previstos. La cantidad de empleos a tiempo completo aumentó en 55.3K, lo que demuestra la resiliencia del mercado laboral. Sin embargo, esto no es suficiente para contrarrestar la presión del dólar estadounidense en ascenso.
Análisis técnico: buscando una ruptura en la consolidación en rectángulo
Desde el gráfico de velas, el par AUD/USD está en una consolidación dentro de un rango rectangular, reflejando un movimiento lateral. El precio oscila cerca de 0.6520 en torno a la media móvil exponencial de nueve días, indicando que el impulso a corto plazo está estable.
La frontera superior de este rectángulo está aproximadamente en 0.6630. Una ruptura por encima de ese nivel podría allanar el camino para una tendencia alcista en el dólar australiano. Si se produce esa ruptura, el próximo objetivo potencial sería el máximo de 13 meses en 0.6707, alcanzado por última vez el 17 de septiembre.
Por otro lado, el riesgo a la baja también es importante. La línea de soporte inferior del rectángulo está en torno a 0.6470; si se pierde ese nivel, el AUD enfrentará una mayor presión a la baja. Más abajo, se encuentra el mínimo de cinco meses en 0.6414, alcanzado el 21 de agosto.
Perspectiva global: datos económicos con señales mixtas que dificultan la dirección
Desde el punto de vista global, el mercado está digiriendo una serie de señales mixtas. Los datos laborales del sector privado en EE. UU. muestran debilitamiento, con la firma de procesamiento de datos automatizados (ADP) reportando una desaceleración en el mercado laboral; en octubre, los despidos de empleadores alcanzaron los 153,074, por encima del mes anterior. Pero, al mismo tiempo, el cierre del gobierno estadounidense ha finalizado oficialmente (Donald Trump firmó el jueves la ley de asignaciones), y se esperan varios datos económicos próximamente.
En China, en octubre, las ventas minoristas crecieron un 2.9% interanual, aunque cayeron respecto al mes anterior, superando las expectativas; la producción industrial solo aumentó un 4.9% interanual, por debajo del 5.5% esperado; y la inversión en activos fijos cayó un 1.7% interanual, muy por debajo del -0.8% previsto. La Oficina Nacional de Estadísticas de China afirmó que continuará fomentando nuevas fuerzas productivas y que la dinámica de oferta y demanda mejorará gradualmente. El IPC de octubre volvió a situarse en terreno positivo. Esto indica que la economía china está en proceso de estabilización.
Como indicador de riesgo, el dólar australiano continúa bajo presión en medio de expectativas de crecimiento global inciertas y una mayor apreciación del dólar estadounidense.
Los futuros del AUD frente a otras monedas: puntos clave
A corto plazo, el AUD carece de impulso alcista en un contexto donde ambos bancos centrales no tienen prisa por reducir tasas. La postura cada vez más dura de la Fed y el fortalecimiento del dólar estadounidense son los principales obstáculos para el dólar australiano. Sin embargo, la resiliencia de los datos de empleo en Australia proporciona cierto soporte, evitando caídas más profundas.
El rumbo del AUD/USD dependerá en gran medida del resultado de la reunión de política monetaria de la Fed en diciembre: si la Fed decide mantener las tasas sin cambios, el dólar seguirá beneficiándose. Al mismo tiempo, el mercado espera más datos económicos para verificar la verdadera situación del crecimiento global, lo cual influirá directamente en las expectativas de demanda de monedas de materias primas como el dólar australiano.