Hay una cifra que vale la pena calcular con cuidado: el límite de 21 millones de bitcoins que todos conocen, probablemente ya se haya convertido en un vestigio del pasado.

¿Y por qué digo esto? Porque las monedas dormidas en la cadena son reales. Ese hermano en Gales que perdió un disco duro con 8000 monedas, o el ex responsable técnico de Ripple que olvidó la contraseña de 7002 monedas — estas cosas suceden todos los días en silencio. La frase de Satoshi Nakamoto en su momento ahora parece una profecía: "Perdido, se perdió; tómalo como una donación para todos". Ahora, la escala de esa "donación" ya es suficiente para cambiar toda la forma en que funciona el mercado.

Los datos en la cadena están ahí. De las aproximadamente 20 millones de bitcoins minados, las instituciones de análisis generalmente creen que las monedas que han desaparecido permanentemente oscilan entre 230,000 y 8 millones. Con la cifra más conservadora de más de 3 millones, puedes ver claramente: las monedas efectivamente en circulación podrían haber estado oscilando entre 12 y 17 millones.

¿En qué están compitiendo ahora las instituciones y los grandes tenedores? En realidad, están peleando por el "agua viva" restante. Todos los días, el mercado discute qué instituciones compraron cuánto, cuánto dinero entró en los ETF. Pero si haces un cálculo con restas: lo que ya se minó (aproximadamente 20 millones) menos lo que desapareció permanentemente (al menos 3 millones) menos lo que los creyentes a largo plazo han bloqueado (más de 14 millones) menos lo que las grandes instituciones y los fondos gubernamentales tienen almacenado (unos pocos millones), lo que queda es muy poco. Eso es lo que el mercado realmente está disputando.