El precio del oro en 2024 ha experimentado un fuerte aumento, alcanzando récords históricos. Tras una corrección desde los máximos cercanos a 4,400 dólares por onza en octubre, el mercado sigue discutiendo intensamente. Las principales dudas de los inversores se resumen en tres puntos: ¿Por qué continúa subiendo el oro?¿Aún hay espacio para más?¿Es ahora demasiado tarde para entrar?
La demanda de reservas de los bancos centrales impulsa un mercado alcista a largo plazo del oro
La demanda global de oro por parte de los bancos centrales se ha convertido en un pilar fundamental para sostener el precio del oro. Según datos de la Asociación Mundial del Oro (WGC), en los primeros tres trimestres de 2025, las compras netas de oro por parte de los bancos centrales alcanzaron 220 toneladas, un aumento del 28% respecto al trimestre anterior. En los primeros nueve meses, las compras totales de los bancos centrales sumaron aproximadamente 634 toneladas, aunque ligeramente por debajo del mismo período del año pasado, siguen estando muy por encima de los niveles históricos promedio.
Lo que merece mayor atención es el cambio estratégico a largo plazo de los bancos centrales. En la encuesta de reservas de oro de los bancos centrales publicada por la WGC en junio de 2025, el 76% de las instituciones encuestadas considera que en los próximos cinco años aumentarán “moderada o significativamente” su proporción de oro en sus reservas, mientras que la mayoría prevé que la “proporción de reservas en dólares” disminuirá. Esta tendencia política marca una profunda reestructuración en la composición de los activos de reserva globales.
La incertidumbre política y los riesgos geopolíticos como efecto de refugio
Los cambios en el ámbito político están elevando la atracción de los activos refugio. La serie de políticas arancelarias implementadas por el nuevo gobierno de EE. UU. ha generado mayor incertidumbre en el mercado, elevando el sentimiento de refugio. Según experiencias históricas (como durante las tensiones comerciales internacionales en 2018), el precio del oro suele experimentar un aumento a corto plazo del 5–10% durante ciclos de incertidumbre política.
Los riesgos geopolíticos también no deben ser subestimados. La continuación de la guerra entre Rusia y Ucrania, la tensión en Oriente Medio, entre otros eventos, siguen elevando la demanda de refugio en metales preciosos, lo que puede provocar volatilidad a corto plazo. Además, la deuda global ha superado los 307 billones de dólares (según datos del Fondo Monetario Internacional), en un entorno de alta deuda que limita la flexibilidad de las políticas de tasas de interés de los países, elevando las expectativas de flexibilización monetaria, lo cual favorece indirectamente a activos no productivos como el oro.
La influencia clave de las tasas reales y las políticas de la Reserva Federal
El precio del oro tiene una relación negativa clara con las tasas reales, que es la lógica central para entender su volatilidad. La tasa real = tasa nominal − inflación, y las decisiones de la Reserva Federal afectan directamente a la tasa nominal, modificando así el costo de oportunidad de mantener oro.
Tasas en descenso → mayor atractivo del oro
Esto explica por qué las fluctuaciones del precio del oro están estrechamente relacionadas con las expectativas de recortes de tasas de la Fed. La corrección a corto plazo tras la reunión del FOMC en septiembre se debió a esto: la reducción de 25 puntos básicos fue totalmente anticipada y ya descontada por el mercado, y Powell la calificó como una “reducción de tasas basada en la gestión de riesgos”, sin indicar una política de recortes continuos, lo que frenó las expectativas de nuevas bajadas.
Según las herramientas de tasas de interés del Chicago Mercantile Exchange (CME), la probabilidad de que la Fed recorte 25 puntos básicos en la reunión de diciembre alcanza el 84.7%. Los inversores pueden usar estos datos de expectativas de tasas para analizar la tendencia del precio del oro.
La resonancia de múltiples factores impulsa la tendencia del precio del oro
Crecimiento económico global desacelerado y presión inflacionaria persistente
En un contexto de desaceleración del crecimiento mundial, la presión inflacionaria aún no se ha disipado por completo, y los países enfrentan un escenario de “bajo crecimiento y alta deuda”. En este entorno, las políticas monetarias expansivas son la opción inevitable, presionando las tasas reales a la baja.
Confianza en el dólar en declive
Cuando el dólar se debilita o la confianza en él se tambalea, el oro, como activo cotizado en dólares, tiende a beneficiarse y atraer flujos de capital.
Calor del mercado y entrada de fondos a corto plazo
La cobertura mediática constante y el entusiasmo en redes sociales han provocado una entrada masiva de fondos a corto plazo, intensificando la volatilidad a corto plazo.
El aumento en el precio del oro en esta tendencia se acerca a los niveles más altos en 30 años, superando el 31% de 2007 y el 29% de 2010, demostrando la fortaleza del entorno actual para los activos de refugio.
Expectativas positivas de las instituciones sobre la tendencia del precio del oro
A pesar de las recientes volatilidades, las principales instituciones globales mantienen una visión optimista a largo plazo para el oro:
El equipo de commodities de JPMorgan considera que la corrección actual es una “ajuste saludable” y ha elevado su precio objetivo para el cuarto trimestre de 2026 a 5,055 dólares por onza.
Goldman Sachs sigue siendo optimista, reafirmando su objetivo de 4,900 dólares por onza para 2026.
Bank of America también mantiene una visión positiva, elevando su objetivo para 2026 a 5,000 dólares por onza, y sugiriendo que el precio del oro podría incluso superar los 6,000 dólares el próximo año.
El mercado de joyería también refleja confianza: los precios de referencia de las joyas de oro de 24 quilates en el mercado interno permanecen por encima de 1,100 yuanes por gramo, sin mostrar caídas significativas.
Evaluación de riesgos y oportunidades en la inversión en oro
Para los inversores minoristas, aún existen oportunidades, pero es importante diseñar estrategias según su situación:
Operadores a corto plazo: La volatilidad ofrece oportunidades para operaciones de corto plazo. La amplitud media anual del oro es del 19.4%, superior al 14.7% del S&P 500, lo que facilita la predicción de dirección en el corto plazo. Sin embargo, los principiantes deben tener cuidado con compras impulsivas; se recomienda comenzar con fondos pequeños y no sobreapalancarse.
Inversores a largo plazo: El oro, como activo de preservación de valor, puede aumentar en valor en un horizonte de más de 10 años. Pero deben estar preparados para posibles fluctuaciones importantes y caídas temporales. Además, hay que tener en cuenta que los costos de transacción de oro físico suelen estar entre el 5% y el 20%.
Diversificación en la cartera: Se recomienda usar el oro como herramienta de diversificación en la cartera, no como la única inversión. La volatilidad del oro no es menor que la de las acciones, y una concentración excesiva puede aumentar riesgos.
Estrategias avanzadas: Inversores con experiencia pueden aprovechar las fluctuaciones de precios para operaciones a corto plazo, especialmente antes y después de los datos económicos de EE. UU., donde la volatilidad puede aumentar significativamente. Esto requiere habilidades de gestión de riesgos y sensibilidad al mercado.
Conclusiones y recomendaciones sobre la tendencia del precio del oro
El oro, como reserva de “confianza global”, mantiene sus fundamentos de soporte a medio y largo plazo: compras continuas de los bancos centrales, tasas reales potencialmente bajas y riesgos geopolíticos persistentes. Aunque en el corto plazo estos factores puedan generar volatilidad intensa, no implican necesariamente un cambio en la tendencia a largo plazo.
Para la toma de decisiones, lo fundamental es entender claramente la propia capacidad de asumir riesgos y el horizonte de inversión, evitando seguir ciegamente las tendencias. Es especialmente importante estar atento a la publicación de datos económicos en EE. UU. y a las reuniones de la Reserva Federal, ya que pueden generar volatilidad. La evaluación de la tendencia del precio del oro debe basarse en un análisis profundo de las tasas, las políticas de los bancos centrales y la economía global, en lugar de depender únicamente del sentimiento del mercado.
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Tendencias del precio del oro en 2025: una interpretación completa desde las reservas de los bancos centrales hasta las oportunidades de inversión
El precio del oro en 2024 ha experimentado un fuerte aumento, alcanzando récords históricos. Tras una corrección desde los máximos cercanos a 4,400 dólares por onza en octubre, el mercado sigue discutiendo intensamente. Las principales dudas de los inversores se resumen en tres puntos: ¿Por qué continúa subiendo el oro? ¿Aún hay espacio para más? ¿Es ahora demasiado tarde para entrar?
La demanda de reservas de los bancos centrales impulsa un mercado alcista a largo plazo del oro
La demanda global de oro por parte de los bancos centrales se ha convertido en un pilar fundamental para sostener el precio del oro. Según datos de la Asociación Mundial del Oro (WGC), en los primeros tres trimestres de 2025, las compras netas de oro por parte de los bancos centrales alcanzaron 220 toneladas, un aumento del 28% respecto al trimestre anterior. En los primeros nueve meses, las compras totales de los bancos centrales sumaron aproximadamente 634 toneladas, aunque ligeramente por debajo del mismo período del año pasado, siguen estando muy por encima de los niveles históricos promedio.
Lo que merece mayor atención es el cambio estratégico a largo plazo de los bancos centrales. En la encuesta de reservas de oro de los bancos centrales publicada por la WGC en junio de 2025, el 76% de las instituciones encuestadas considera que en los próximos cinco años aumentarán “moderada o significativamente” su proporción de oro en sus reservas, mientras que la mayoría prevé que la “proporción de reservas en dólares” disminuirá. Esta tendencia política marca una profunda reestructuración en la composición de los activos de reserva globales.
La incertidumbre política y los riesgos geopolíticos como efecto de refugio
Los cambios en el ámbito político están elevando la atracción de los activos refugio. La serie de políticas arancelarias implementadas por el nuevo gobierno de EE. UU. ha generado mayor incertidumbre en el mercado, elevando el sentimiento de refugio. Según experiencias históricas (como durante las tensiones comerciales internacionales en 2018), el precio del oro suele experimentar un aumento a corto plazo del 5–10% durante ciclos de incertidumbre política.
Los riesgos geopolíticos también no deben ser subestimados. La continuación de la guerra entre Rusia y Ucrania, la tensión en Oriente Medio, entre otros eventos, siguen elevando la demanda de refugio en metales preciosos, lo que puede provocar volatilidad a corto plazo. Además, la deuda global ha superado los 307 billones de dólares (según datos del Fondo Monetario Internacional), en un entorno de alta deuda que limita la flexibilidad de las políticas de tasas de interés de los países, elevando las expectativas de flexibilización monetaria, lo cual favorece indirectamente a activos no productivos como el oro.
La influencia clave de las tasas reales y las políticas de la Reserva Federal
El precio del oro tiene una relación negativa clara con las tasas reales, que es la lógica central para entender su volatilidad. La tasa real = tasa nominal − inflación, y las decisiones de la Reserva Federal afectan directamente a la tasa nominal, modificando así el costo de oportunidad de mantener oro.
Tasas en descenso → mayor atractivo del oro
Esto explica por qué las fluctuaciones del precio del oro están estrechamente relacionadas con las expectativas de recortes de tasas de la Fed. La corrección a corto plazo tras la reunión del FOMC en septiembre se debió a esto: la reducción de 25 puntos básicos fue totalmente anticipada y ya descontada por el mercado, y Powell la calificó como una “reducción de tasas basada en la gestión de riesgos”, sin indicar una política de recortes continuos, lo que frenó las expectativas de nuevas bajadas.
Según las herramientas de tasas de interés del Chicago Mercantile Exchange (CME), la probabilidad de que la Fed recorte 25 puntos básicos en la reunión de diciembre alcanza el 84.7%. Los inversores pueden usar estos datos de expectativas de tasas para analizar la tendencia del precio del oro.
La resonancia de múltiples factores impulsa la tendencia del precio del oro
Crecimiento económico global desacelerado y presión inflacionaria persistente
En un contexto de desaceleración del crecimiento mundial, la presión inflacionaria aún no se ha disipado por completo, y los países enfrentan un escenario de “bajo crecimiento y alta deuda”. En este entorno, las políticas monetarias expansivas son la opción inevitable, presionando las tasas reales a la baja.
Confianza en el dólar en declive
Cuando el dólar se debilita o la confianza en él se tambalea, el oro, como activo cotizado en dólares, tiende a beneficiarse y atraer flujos de capital.
Calor del mercado y entrada de fondos a corto plazo
La cobertura mediática constante y el entusiasmo en redes sociales han provocado una entrada masiva de fondos a corto plazo, intensificando la volatilidad a corto plazo.
El aumento en el precio del oro en esta tendencia se acerca a los niveles más altos en 30 años, superando el 31% de 2007 y el 29% de 2010, demostrando la fortaleza del entorno actual para los activos de refugio.
Expectativas positivas de las instituciones sobre la tendencia del precio del oro
A pesar de las recientes volatilidades, las principales instituciones globales mantienen una visión optimista a largo plazo para el oro:
El equipo de commodities de JPMorgan considera que la corrección actual es una “ajuste saludable” y ha elevado su precio objetivo para el cuarto trimestre de 2026 a 5,055 dólares por onza.
Goldman Sachs sigue siendo optimista, reafirmando su objetivo de 4,900 dólares por onza para 2026.
Bank of America también mantiene una visión positiva, elevando su objetivo para 2026 a 5,000 dólares por onza, y sugiriendo que el precio del oro podría incluso superar los 6,000 dólares el próximo año.
El mercado de joyería también refleja confianza: los precios de referencia de las joyas de oro de 24 quilates en el mercado interno permanecen por encima de 1,100 yuanes por gramo, sin mostrar caídas significativas.
Evaluación de riesgos y oportunidades en la inversión en oro
Para los inversores minoristas, aún existen oportunidades, pero es importante diseñar estrategias según su situación:
Operadores a corto plazo: La volatilidad ofrece oportunidades para operaciones de corto plazo. La amplitud media anual del oro es del 19.4%, superior al 14.7% del S&P 500, lo que facilita la predicción de dirección en el corto plazo. Sin embargo, los principiantes deben tener cuidado con compras impulsivas; se recomienda comenzar con fondos pequeños y no sobreapalancarse.
Inversores a largo plazo: El oro, como activo de preservación de valor, puede aumentar en valor en un horizonte de más de 10 años. Pero deben estar preparados para posibles fluctuaciones importantes y caídas temporales. Además, hay que tener en cuenta que los costos de transacción de oro físico suelen estar entre el 5% y el 20%.
Diversificación en la cartera: Se recomienda usar el oro como herramienta de diversificación en la cartera, no como la única inversión. La volatilidad del oro no es menor que la de las acciones, y una concentración excesiva puede aumentar riesgos.
Estrategias avanzadas: Inversores con experiencia pueden aprovechar las fluctuaciones de precios para operaciones a corto plazo, especialmente antes y después de los datos económicos de EE. UU., donde la volatilidad puede aumentar significativamente. Esto requiere habilidades de gestión de riesgos y sensibilidad al mercado.
Conclusiones y recomendaciones sobre la tendencia del precio del oro
El oro, como reserva de “confianza global”, mantiene sus fundamentos de soporte a medio y largo plazo: compras continuas de los bancos centrales, tasas reales potencialmente bajas y riesgos geopolíticos persistentes. Aunque en el corto plazo estos factores puedan generar volatilidad intensa, no implican necesariamente un cambio en la tendencia a largo plazo.
Para la toma de decisiones, lo fundamental es entender claramente la propia capacidad de asumir riesgos y el horizonte de inversión, evitando seguir ciegamente las tendencias. Es especialmente importante estar atento a la publicación de datos económicos en EE. UU. y a las reuniones de la Reserva Federal, ya que pueden generar volatilidad. La evaluación de la tendencia del precio del oro debe basarse en un análisis profundo de las tasas, las políticas de los bancos centrales y la economía global, en lugar de depender únicamente del sentimiento del mercado.