Durante mucho tiempo, el TGE (Token Generation Event) ha sido considerado la “meta final” en Crypto. Pero tras una serie de colapsos narrativos y agotamiento de liquidez, esta lógica está experimentando una reversión estructural.
Con la implementación de regulaciones y la participación de instituciones, es probable que enfrentemos una ola de TGE de mayor escala.
A punto de llegar 2026, nos encontramos en un período clave de transformación del mercado de Crypto.
En este contexto, el TGE se ha convertido para cada proyecto en una “ceremonia de madurez” llena de expectativas pero también de dolores intensos.
En este ciclo, al observar y discutir el significado, cantidad, frecuencia y cambios en los TGE, descubrimos que: Crypto está pasando de una fase de “descubrimiento de valor” a una de “descubrimiento de valor real” en lugar de solo “valoración”.
2025 - 2026: Año de grandes TGE y predicciones estructurales
Impulsados por detalles regulatorios (como la SEC en EE. UU., EU MiCA) y predicciones sobre ciclos del mercado de capitales, 2026 probablemente será un “año de explosión” para los TGE.
Desde una perspectiva macro, el aumento en la claridad regulatoria, la madurez de productos institucionales como ETF y futuros, indican que el “ritmo macro” de los TGE, es decir, “¿cuándo es adecuado hacer un TGE?”, tendrá un rango de tiempo amplio.
A finales de 2025, vemos que muchos proyectos se enfocan en la conformidad de la estructura del Token y aseguran a los inversores con anticipación; otros retrasan voluntariamente hasta 2026, lo que indica expectativas sobre la ventana de mercado de ese año. Esto significa que 2026 podría ser un pico de emisión, un período de liberación de liquidez y TGE, con un aumento estimado del 15%–30% en la cantidad de TGE respecto a 2025.
Sin embargo, un aumento en la cantidad de TGE no significa que haya oportunidades por todas partes.
2026 será un “año de gran oferta”, en el que enfrentaremos: desbloqueos de proyectos antiguos, TGE retrasados de 2024–2025, y potencialmente nuevos proyectos con narrativas propias. En este escenario, la tolerancia del mercado hacia “nuevos TGE” disminuirá.
Por un lado, entrarán proyectos más conformes y con narrativas institucionalizadas; por otro, la concentración de TGE en nuevos proyectos provocará una liquidez extremadamente escasa.
Desde una perspectiva más macro, 2026 podría experimentar una doble mejora en cantidad y calidad de TGE, acompañada de una alta volatilidad.
A nivel micro, la naturaleza del TGE ha cambiado. En ciclos anteriores, el TGE podía definirse como una estrategia de marketing con “beneficios mayores a los costos”:
Costos: presión de airdrops, liquidez inicialmente absorbida por CEX, y una gran presión de venta a corto plazo.
Beneficios: atención del mercado, reputación de marca, usuarios tempranos.
Actualmente, la atención del mercado está dispersa, y los costos y dificultades para construir marca aumentan. Los “usuarios tempranos” no se interesan en el producto, sino en la monetización del Token, dependiendo en gran medida de incentivos. Esto implica que los costos y beneficios del TGE han experimentado una reversión estructural.
El camino de “Token primero, producto después” se vuelve cada vez menos efectivo
En ciclos anteriores, las cadenas públicas dependían del Token y narrativas grandilocuentes para construir ventajas de distribución, canalizando hacia el ecosistema y finalmente integrando aplicaciones.
Este camino está fallando:
La narrativa necesita PMF (product-market fit): la liquidez ya no sigue ciegamente la narrativa, sino que requiere “eliminar lo falso y mantener lo verdadero”. Si se realiza un TGE antes de alcanzar el PMF, el Token será más una deuda costosa que hay que pagar; antes y después del TGE, la energía y moral del equipo pueden verse drenadas por conflictos internos.
El arranque en frío en la misma pista se está diluyendo: en el futuro, el arranque en frío basado en Token solo será efectivo para los pioneros del sector (como las principales cadenas públicas que pueden atravesar ciclos, o el sector de Perp DEX con Hyperliquidity). Para los imitadores posteriores, la atención se diluirá rápidamente y la liquidez no crecerá en proporciones multiplicadas.
Incongruente con los objetivos de los exchanges: el núcleo de los exchanges son las comisiones de trading, cuyo objetivo es que los activos sean “cuanto más, mejor”; si los proyectos buscan una construcción a largo plazo, sus objetivos no coinciden. La esencia del TGE no solo es una estrategia de marketing, sino también una prueba de resistencia para todo el equipo.
Si 2026 será un año de competencia brutal, ¿cómo deberían los proyectos ver el TGE?
La narrativa es un consenso, no solo parámetros técnicos: no obsesionarse con TPS o ZK-rollup, sino responder a: ¿cuál es el “consenso” o “religión” de la comunidad? y ¿cómo el producto resuelve problemas específicos?
Comunidad seed: los primeros 100 usuarios reales son más importantes que los primeros 100 holders, como se ve en muchas comunidades técnicas: estas personas suelen ofrecer retroalimentación y sugerencias muy honestas, y permiten probar el PMF con costos bajos.
Estrategia sostenible post-TGE: cuando la mayoría de los proyectos mueren tras la “falta de interés” en el listado, se necesita una planificación sostenible. Por ejemplo, reservar “munición de marketing”, convertir las “expectativas” en “eventos”, construir un ecosistema real mediante grants y otros planes, y ofrecer profundidad a largo plazo.
Balance dinámico del modelo económico: mecanismos de desbloqueo razonables para reducir la presión de venta inicial; imitar a proyectos de mercado secundario exitosos, generando ingresos reales a través del producto para recomprar Tokens, y así sostener el valor sin depender del sentimiento.
Los futuros proyectos deben planificar cuidadosamente en áreas como entrega de producto, diseño de Token Economy, selección de momentos de mercado, construcción de comunidad, narrativas diferenciadas y transparencia regulatoria para destacar en futuros períodos de TGE intensos.
Conclusión: las reglas de supervivencia en 2026
Algunos fracasos en TGE no se deben a la calidad del producto o la experiencia del equipo, sino a la falta de capacidad del equipo para afrontar la presión del mercado, la competencia entre pares y los cambios en la narrativa. Lanzar apresuradamente sin estar preparado para la competencia en mercado abierto y la evolución de la narrativa.
En 2026, es muy probable que el mercado caiga en un ciclo de “emisión intensiva de TGE, volatilidad y colapso de valor, reestructuración del mercado”, y quienes persigan precios altos sin criterio enfrentan un escenario de agotamiento de liquidez.
Lo que hay que entender es que: el Token ya no es sinónimo de crecimiento, y la narrativa no puede crear valor de la nada.
Un TGE exitoso no se mide solo por su listado y volatilidad, sino por si el equipo ha logrado antes del TGE la capacidad de saldar sus “deudas”, es decir, si ha encontrado un PMF que genere flujo de caja sostenido o usuarios reales.
Esta dura transformación hacia el valor, en esencia, es una purificación del mercado, que también abre un terreno más fértil para los que apuestan por el largo plazo.
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La reversión estructural de TGE: ¿es una "deuda" liquidada o un "activo" conservado?
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Durante mucho tiempo, el TGE (Token Generation Event) ha sido considerado la “meta final” en Crypto. Pero tras una serie de colapsos narrativos y agotamiento de liquidez, esta lógica está experimentando una reversión estructural.
Con la implementación de regulaciones y la participación de instituciones, es probable que enfrentemos una ola de TGE de mayor escala.
A punto de llegar 2026, nos encontramos en un período clave de transformación del mercado de Crypto.
En este contexto, el TGE se ha convertido para cada proyecto en una “ceremonia de madurez” llena de expectativas pero también de dolores intensos.
En este ciclo, al observar y discutir el significado, cantidad, frecuencia y cambios en los TGE, descubrimos que: Crypto está pasando de una fase de “descubrimiento de valor” a una de “descubrimiento de valor real” en lugar de solo “valoración”.
2025 - 2026: Año de grandes TGE y predicciones estructurales
Impulsados por detalles regulatorios (como la SEC en EE. UU., EU MiCA) y predicciones sobre ciclos del mercado de capitales, 2026 probablemente será un “año de explosión” para los TGE.
Desde una perspectiva macro, el aumento en la claridad regulatoria, la madurez de productos institucionales como ETF y futuros, indican que el “ritmo macro” de los TGE, es decir, “¿cuándo es adecuado hacer un TGE?”, tendrá un rango de tiempo amplio.
A finales de 2025, vemos que muchos proyectos se enfocan en la conformidad de la estructura del Token y aseguran a los inversores con anticipación; otros retrasan voluntariamente hasta 2026, lo que indica expectativas sobre la ventana de mercado de ese año. Esto significa que 2026 podría ser un pico de emisión, un período de liberación de liquidez y TGE, con un aumento estimado del 15%–30% en la cantidad de TGE respecto a 2025.
Sin embargo, un aumento en la cantidad de TGE no significa que haya oportunidades por todas partes.
2026 será un “año de gran oferta”, en el que enfrentaremos: desbloqueos de proyectos antiguos, TGE retrasados de 2024–2025, y potencialmente nuevos proyectos con narrativas propias. En este escenario, la tolerancia del mercado hacia “nuevos TGE” disminuirá.
Por un lado, entrarán proyectos más conformes y con narrativas institucionalizadas; por otro, la concentración de TGE en nuevos proyectos provocará una liquidez extremadamente escasa.
Desde una perspectiva más macro, 2026 podría experimentar una doble mejora en cantidad y calidad de TGE, acompañada de una alta volatilidad.
A nivel micro, la naturaleza del TGE ha cambiado. En ciclos anteriores, el TGE podía definirse como una estrategia de marketing con “beneficios mayores a los costos”:
Costos: presión de airdrops, liquidez inicialmente absorbida por CEX, y una gran presión de venta a corto plazo.
Beneficios: atención del mercado, reputación de marca, usuarios tempranos.
Actualmente, la atención del mercado está dispersa, y los costos y dificultades para construir marca aumentan. Los “usuarios tempranos” no se interesan en el producto, sino en la monetización del Token, dependiendo en gran medida de incentivos. Esto implica que los costos y beneficios del TGE han experimentado una reversión estructural.
El camino de “Token primero, producto después” se vuelve cada vez menos efectivo
En ciclos anteriores, las cadenas públicas dependían del Token y narrativas grandilocuentes para construir ventajas de distribución, canalizando hacia el ecosistema y finalmente integrando aplicaciones.
Este camino está fallando:
La narrativa necesita PMF (product-market fit): la liquidez ya no sigue ciegamente la narrativa, sino que requiere “eliminar lo falso y mantener lo verdadero”. Si se realiza un TGE antes de alcanzar el PMF, el Token será más una deuda costosa que hay que pagar; antes y después del TGE, la energía y moral del equipo pueden verse drenadas por conflictos internos.
El arranque en frío en la misma pista se está diluyendo: en el futuro, el arranque en frío basado en Token solo será efectivo para los pioneros del sector (como las principales cadenas públicas que pueden atravesar ciclos, o el sector de Perp DEX con Hyperliquidity). Para los imitadores posteriores, la atención se diluirá rápidamente y la liquidez no crecerá en proporciones multiplicadas.
Incongruente con los objetivos de los exchanges: el núcleo de los exchanges son las comisiones de trading, cuyo objetivo es que los activos sean “cuanto más, mejor”; si los proyectos buscan una construcción a largo plazo, sus objetivos no coinciden. La esencia del TGE no solo es una estrategia de marketing, sino también una prueba de resistencia para todo el equipo.
Si 2026 será un año de competencia brutal, ¿cómo deberían los proyectos ver el TGE?
La narrativa es un consenso, no solo parámetros técnicos: no obsesionarse con TPS o ZK-rollup, sino responder a: ¿cuál es el “consenso” o “religión” de la comunidad? y ¿cómo el producto resuelve problemas específicos?
Comunidad seed: los primeros 100 usuarios reales son más importantes que los primeros 100 holders, como se ve en muchas comunidades técnicas: estas personas suelen ofrecer retroalimentación y sugerencias muy honestas, y permiten probar el PMF con costos bajos.
Estrategia sostenible post-TGE: cuando la mayoría de los proyectos mueren tras la “falta de interés” en el listado, se necesita una planificación sostenible. Por ejemplo, reservar “munición de marketing”, convertir las “expectativas” en “eventos”, construir un ecosistema real mediante grants y otros planes, y ofrecer profundidad a largo plazo.
Balance dinámico del modelo económico: mecanismos de desbloqueo razonables para reducir la presión de venta inicial; imitar a proyectos de mercado secundario exitosos, generando ingresos reales a través del producto para recomprar Tokens, y así sostener el valor sin depender del sentimiento.
Los futuros proyectos deben planificar cuidadosamente en áreas como entrega de producto, diseño de Token Economy, selección de momentos de mercado, construcción de comunidad, narrativas diferenciadas y transparencia regulatoria para destacar en futuros períodos de TGE intensos.
Conclusión: las reglas de supervivencia en 2026
Algunos fracasos en TGE no se deben a la calidad del producto o la experiencia del equipo, sino a la falta de capacidad del equipo para afrontar la presión del mercado, la competencia entre pares y los cambios en la narrativa. Lanzar apresuradamente sin estar preparado para la competencia en mercado abierto y la evolución de la narrativa.
En 2026, es muy probable que el mercado caiga en un ciclo de “emisión intensiva de TGE, volatilidad y colapso de valor, reestructuración del mercado”, y quienes persigan precios altos sin criterio enfrentan un escenario de agotamiento de liquidez.
Lo que hay que entender es que: el Token ya no es sinónimo de crecimiento, y la narrativa no puede crear valor de la nada.
Un TGE exitoso no se mide solo por su listado y volatilidad, sino por si el equipo ha logrado antes del TGE la capacidad de saldar sus “deudas”, es decir, si ha encontrado un PMF que genere flujo de caja sostenido o usuarios reales.
Esta dura transformación hacia el valor, en esencia, es una purificación del mercado, que también abre un terreno más fértil para los que apuestan por el largo plazo.