¿Por qué invertir ahora en las acciones de China continental?
El mercado de acciones chino, que alguna vez fue criticado y considerado en declive, ha protagonizado en el último año una espectacular transición. Desde el catalizador político de septiembre de 2024, las acciones de China continental han experimentado el repunte más alentador en casi una década: el índice SSE Composite ha subido hasta los 3950 puntos, acumulando casi un 50% de subida desde el punto de partida del repunte. ¿Qué impulsa realmente esta tendencia? Para los inversores en Taiwán, ¿vale la pena ahora involucrarse?
Los grandes bancos de inversión internacionales están optimistas: Goldman Sachs, JP Morgan, UBS y otros han publicado informes recientes proyectando un potencial de subida adicional del 20-30% en las acciones de China continental. Señalan que la recuperación de la rentabilidad empresarial, la reestructuración del sistema de valoración y la aplicación de tecnologías de IA son factores que en conjunto sostienen esta tendencia. Pero también hay que tener en cuenta las preocupaciones: gran parte del aumento actual proviene de una expansión en la valoración, no de una mejora sustancial en los fundamentales, por lo que riesgos y oportunidades coexisten.
Entender las acciones de China continental: la estructura del mercado que debes conocer
Antes de invertir, es fundamental comprender la “estructura ósea” del mercado chino. La bolsa de China se mide principalmente a través de cinco índices principales, siendo el CSI 300 el más relevante, que sirve como referencia clave tanto para el capital interno como para los inversores extranjeros que buscan posicionarse en A-shares.
Además, están el SSE 50, que representa las grandes empresas blue-chip, y el CSI 500 y CSI 1000, que rastrean respectivamente las medianas y pequeñas empresas. Solo estos cuatro índices se pueden negociar directamente mediante ETF y contratos derivados, siendo imprescindibles para la estrategia de inversión. En comparación, el Índice Compuesto de Shanghai aunque es el más conocido, no se puede negociar directamente y solo refleja el sentimiento del mercado.
Desde una perspectiva sectorial, la distribución industrial en China se centra en finanzas y manufactura. Los sectores con mayor capitalización de mercado son bancos, electrónica, finanzas no bancarias, equipos eléctricos y biotecnología, siendo el sector bancario el que alcanza los 15.87 billones de yuanes. Esta característica determina la alta correlación de las acciones chinas con las políticas financieras y el ciclo económico de la manufactura.
El año de las acciones de China continental: del fondo al repunte, un punto de inflexión
El 24 de septiembre de 2024, una rara conferencia de prensa conjunta del banco central abrió un espacio de expectativas en el mercado. Se implementaron una serie de medidas para apoyar la economía y el mercado bursátil, marcando un cambio fundamental en la postura política. El gobierno chino expresó claramente su intención de convertir el mercado de acciones en una plataforma similar a la de EE. UU. para la acumulación de riqueza, como se refleja en instrucciones específicas para que las aseguradoras y fondos públicos aumenten su asignación en acciones.
Este giro en la política no fue menor. Antes de este ciclo alcista, las acciones chinas atravesaron una larga fase de fondo: desde la pandemia en 2022 hasta mediados de 2024, a pesar de las intervenciones, el mercado permaneció dominado por un pesimismo generalizado. La confianza del mercado era débil, la recuperación económica no cumplía las expectativas y la voluntad de las instituciones para asignar capital era escasa, acumulándose en una tendencia bajista persistente.
El cambio vino de la determinación política y la mejora en la liquidez. Mirando hacia atrás, este punto de inflexión no fue casualidad, sino el resultado inevitable de la acumulación de contradicciones a largo plazo y la decisión política de cambiar las expectativas.
Lecciones de la historia de las acciones chinas: los ciclos del “mercado político”
Para prever la tendencia futura, hay que entender la historia y los ciclos del mercado chino. En comparación con la tendencia de mercado alcista prolongada en EE. UU., las acciones chinas muestran un patrón típico de “bovino corto y oso largo, repunte y caída abrupta”. Desde su establecimiento en 1990, aunque en un período relativamente corto, ha experimentado varias transiciones dramáticas.
El mercado ha sido dominado por tres fuerzas principales: primero, la liquidez, que es la más sensible a corto plazo; una reducción en las reservas del banco central, recortes de tasas o políticas de relajación crediticia pueden disparar un mercado alcista, mientras que las políticas de contracción lo terminan; segundo, la política y las reformas institucionales, ya que China tiene un carácter de “mercado político”, donde reformas como la reforma de la propiedad y la implementación del sistema de registro han impulsado ciclos de mercado; y tercero, los fundamentales, que son la base para que un mercado alcista pueda sostenerse.
Los cuatro períodos de los últimos 15 años confirman esta lógica: la fase de recesión tras las políticas de estímulo de 2010-2014; la crisis de liquidez provocada por la desleveraging en 2015-2016; la fase de recuperación y volatilidad de 2017-2021; y la fase de consolidación en 2022-2024. Cada cambio refleja la recombinación de estas tres fuerzas.
Valoración, reparación y advertencias de riesgos: ¿realmente optimista el futuro?
Las instituciones internacionales mantienen un tono optimista, sustentado en tres apoyos a largo plazo: la transformación de la rentabilidad empresarial mediante IA, las políticas anti-inflación que abren nuevas oportunidades de beneficios, y la estrategia de internacionalización de la manufactura que mantiene su competitividad. Se estima que estas tendencias podrían elevar el tasa de crecimiento del EPS a alrededor del 12%. JP Morgan también destaca que las principales empresas en salud, finanzas y entretenimiento aún tienen valoraciones razonables y potencial de crecimiento.
Pero, con una mirada fría, hay que reconocer un riesgo clave: el repunte actual se basa más en la expansión de valoraciones que en una mejora real de los fundamentales. El PER del índice MSCI China ya alcanza 12.8 veces, por encima de su media de 11 en los últimos 10 años. Aunque todavía está por debajo de las 22 veces del S&P 500, la estimación de beneficios para 2025-2026 se ha ido revisando a la baja en FactSet.
¿Qué significa esto? Que si la recuperación macroeconómica no cumple con las expectativas o los beneficios empresariales no sostienen las valoraciones actuales, el mercado podría experimentar correcciones. La actual prosperidad está impulsada por políticas y capital, y la reconfiguración de valoraciones, pero para que se convierta en una tendencia alcista sostenible, se requiere una mejora sustancial en los fundamentales.
¿Cómo pueden invertir los taiwaneses en las acciones de China continental?
Los inversores taiwaneses tienen principalmente dos vías para acceder al mercado chino: una es a través de canales internos (C-Trust), y otra mediante inversores institucionales extranjeros (corredoras en el extranjero).
En el caso de C-Trust, bancos como Yuanta, KGI y Fubon ofrecen servicios relacionados. Esta opción tiene ventajas en familiaridad y facilidad de operación. Los brokers extranjeros como Futu y Tiger Brokers también permiten una negociación más directa en acciones chinas, a veces con comisiones más competitivas.
Al escoger un broker, hay que considerar aspectos como la solidez y regulación de la plataforma, la facilidad de ingreso de fondos, la variedad de productos, la fluidez en la operación y el soporte al cliente. Para los inversores taiwaneses, el soporte en chino es un plus.
Cabe destacar que muchas empresas chinas de calidad optan por cotizar en Hong Kong o en EE. UU., como Tencent(0700.HK), Alibaba(9988.HK), entre otras. Estas acciones en H-shares y ADR también son relevantes y, en algunos casos, ofrecen valoraciones más atractivas.
Cinco acciones chinas seleccionadas: enfoque en sectores clave
Basándonos en la capitalización, perspectivas industriales y rentabilidad(ROE), seleccionamos cinco empresas representativas para inversión:
Cambricon (sector de chips, ROE 25.21%) — líder en diseño de chips de IA en China, con ventajas tecnológicas únicas, en una industria explosiva y con potencial a largo plazo.
Contemporary Amperex Technology (baterías de litio para movilidad, ROE 17.76%) — líder mundial en baterías de energía, beneficiándose de la transición energética global y la neutralidad de carbono, con alta certeza en su ciclo de negocio.
Banco de Ningbo (banca, ROE 6.9%) — con buena gobernanza y talento, enfocado en clientes de alto valor en áreas específicas, con perfil defensivo.
Hengrui Medicine (biotecnología, ROE 9.42%) — con capacidad de innovación en I+D, en la ola de modernización de la industria farmacéutica china, con valor estratégico.
China Mobile (servicios de telecomunicaciones, ROE 8.3%) — con negocio monopolístico que genera flujo de caja estable y margen de seguridad, además de alto dividendo para ingresos recurrentes.
Conclusión: una reflexión fría sobre la inversión en acciones chinas
Las acciones chinas están en un punto de inflexión importante. La mejora en beneficios empresariales, el potencial de reparación en valoraciones y el apoyo político claro sustentan una estrategia de inversión a largo plazo. Pero también hay que reconocer que gran parte del repunte actual es resultado de la expansión en valoraciones, y solo una mejora real en los fundamentales podrá sostener una tendencia alcista duradera.
Para los inversores taiwaneses, invertir en China continental requiere tanto aprovechar las oportunidades como gestionar los riesgos. Elegir corredores regulados, diversificar las inversiones y revisar periódicamente los cambios en los fundamentales son actitudes prudentes. La historia de las acciones chinas continúa, pero cada inversor debe participar con una mente clara y racional.
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Introducción a la inversión en acciones en tierra: ¿Cómo pueden los taiwaneses aprovechar las nuevas oportunidades en el mercado de acciones de China?
¿Por qué invertir ahora en las acciones de China continental?
El mercado de acciones chino, que alguna vez fue criticado y considerado en declive, ha protagonizado en el último año una espectacular transición. Desde el catalizador político de septiembre de 2024, las acciones de China continental han experimentado el repunte más alentador en casi una década: el índice SSE Composite ha subido hasta los 3950 puntos, acumulando casi un 50% de subida desde el punto de partida del repunte. ¿Qué impulsa realmente esta tendencia? Para los inversores en Taiwán, ¿vale la pena ahora involucrarse?
Los grandes bancos de inversión internacionales están optimistas: Goldman Sachs, JP Morgan, UBS y otros han publicado informes recientes proyectando un potencial de subida adicional del 20-30% en las acciones de China continental. Señalan que la recuperación de la rentabilidad empresarial, la reestructuración del sistema de valoración y la aplicación de tecnologías de IA son factores que en conjunto sostienen esta tendencia. Pero también hay que tener en cuenta las preocupaciones: gran parte del aumento actual proviene de una expansión en la valoración, no de una mejora sustancial en los fundamentales, por lo que riesgos y oportunidades coexisten.
Entender las acciones de China continental: la estructura del mercado que debes conocer
Antes de invertir, es fundamental comprender la “estructura ósea” del mercado chino. La bolsa de China se mide principalmente a través de cinco índices principales, siendo el CSI 300 el más relevante, que sirve como referencia clave tanto para el capital interno como para los inversores extranjeros que buscan posicionarse en A-shares.
Además, están el SSE 50, que representa las grandes empresas blue-chip, y el CSI 500 y CSI 1000, que rastrean respectivamente las medianas y pequeñas empresas. Solo estos cuatro índices se pueden negociar directamente mediante ETF y contratos derivados, siendo imprescindibles para la estrategia de inversión. En comparación, el Índice Compuesto de Shanghai aunque es el más conocido, no se puede negociar directamente y solo refleja el sentimiento del mercado.
Desde una perspectiva sectorial, la distribución industrial en China se centra en finanzas y manufactura. Los sectores con mayor capitalización de mercado son bancos, electrónica, finanzas no bancarias, equipos eléctricos y biotecnología, siendo el sector bancario el que alcanza los 15.87 billones de yuanes. Esta característica determina la alta correlación de las acciones chinas con las políticas financieras y el ciclo económico de la manufactura.
El año de las acciones de China continental: del fondo al repunte, un punto de inflexión
El 24 de septiembre de 2024, una rara conferencia de prensa conjunta del banco central abrió un espacio de expectativas en el mercado. Se implementaron una serie de medidas para apoyar la economía y el mercado bursátil, marcando un cambio fundamental en la postura política. El gobierno chino expresó claramente su intención de convertir el mercado de acciones en una plataforma similar a la de EE. UU. para la acumulación de riqueza, como se refleja en instrucciones específicas para que las aseguradoras y fondos públicos aumenten su asignación en acciones.
Este giro en la política no fue menor. Antes de este ciclo alcista, las acciones chinas atravesaron una larga fase de fondo: desde la pandemia en 2022 hasta mediados de 2024, a pesar de las intervenciones, el mercado permaneció dominado por un pesimismo generalizado. La confianza del mercado era débil, la recuperación económica no cumplía las expectativas y la voluntad de las instituciones para asignar capital era escasa, acumulándose en una tendencia bajista persistente.
El cambio vino de la determinación política y la mejora en la liquidez. Mirando hacia atrás, este punto de inflexión no fue casualidad, sino el resultado inevitable de la acumulación de contradicciones a largo plazo y la decisión política de cambiar las expectativas.
Lecciones de la historia de las acciones chinas: los ciclos del “mercado político”
Para prever la tendencia futura, hay que entender la historia y los ciclos del mercado chino. En comparación con la tendencia de mercado alcista prolongada en EE. UU., las acciones chinas muestran un patrón típico de “bovino corto y oso largo, repunte y caída abrupta”. Desde su establecimiento en 1990, aunque en un período relativamente corto, ha experimentado varias transiciones dramáticas.
El mercado ha sido dominado por tres fuerzas principales: primero, la liquidez, que es la más sensible a corto plazo; una reducción en las reservas del banco central, recortes de tasas o políticas de relajación crediticia pueden disparar un mercado alcista, mientras que las políticas de contracción lo terminan; segundo, la política y las reformas institucionales, ya que China tiene un carácter de “mercado político”, donde reformas como la reforma de la propiedad y la implementación del sistema de registro han impulsado ciclos de mercado; y tercero, los fundamentales, que son la base para que un mercado alcista pueda sostenerse.
Los cuatro períodos de los últimos 15 años confirman esta lógica: la fase de recesión tras las políticas de estímulo de 2010-2014; la crisis de liquidez provocada por la desleveraging en 2015-2016; la fase de recuperación y volatilidad de 2017-2021; y la fase de consolidación en 2022-2024. Cada cambio refleja la recombinación de estas tres fuerzas.
Valoración, reparación y advertencias de riesgos: ¿realmente optimista el futuro?
Las instituciones internacionales mantienen un tono optimista, sustentado en tres apoyos a largo plazo: la transformación de la rentabilidad empresarial mediante IA, las políticas anti-inflación que abren nuevas oportunidades de beneficios, y la estrategia de internacionalización de la manufactura que mantiene su competitividad. Se estima que estas tendencias podrían elevar el tasa de crecimiento del EPS a alrededor del 12%. JP Morgan también destaca que las principales empresas en salud, finanzas y entretenimiento aún tienen valoraciones razonables y potencial de crecimiento.
Pero, con una mirada fría, hay que reconocer un riesgo clave: el repunte actual se basa más en la expansión de valoraciones que en una mejora real de los fundamentales. El PER del índice MSCI China ya alcanza 12.8 veces, por encima de su media de 11 en los últimos 10 años. Aunque todavía está por debajo de las 22 veces del S&P 500, la estimación de beneficios para 2025-2026 se ha ido revisando a la baja en FactSet.
¿Qué significa esto? Que si la recuperación macroeconómica no cumple con las expectativas o los beneficios empresariales no sostienen las valoraciones actuales, el mercado podría experimentar correcciones. La actual prosperidad está impulsada por políticas y capital, y la reconfiguración de valoraciones, pero para que se convierta en una tendencia alcista sostenible, se requiere una mejora sustancial en los fundamentales.
¿Cómo pueden invertir los taiwaneses en las acciones de China continental?
Los inversores taiwaneses tienen principalmente dos vías para acceder al mercado chino: una es a través de canales internos (C-Trust), y otra mediante inversores institucionales extranjeros (corredoras en el extranjero).
En el caso de C-Trust, bancos como Yuanta, KGI y Fubon ofrecen servicios relacionados. Esta opción tiene ventajas en familiaridad y facilidad de operación. Los brokers extranjeros como Futu y Tiger Brokers también permiten una negociación más directa en acciones chinas, a veces con comisiones más competitivas.
Al escoger un broker, hay que considerar aspectos como la solidez y regulación de la plataforma, la facilidad de ingreso de fondos, la variedad de productos, la fluidez en la operación y el soporte al cliente. Para los inversores taiwaneses, el soporte en chino es un plus.
Cabe destacar que muchas empresas chinas de calidad optan por cotizar en Hong Kong o en EE. UU., como Tencent(0700.HK), Alibaba(9988.HK), entre otras. Estas acciones en H-shares y ADR también son relevantes y, en algunos casos, ofrecen valoraciones más atractivas.
Cinco acciones chinas seleccionadas: enfoque en sectores clave
Basándonos en la capitalización, perspectivas industriales y rentabilidad(ROE), seleccionamos cinco empresas representativas para inversión:
Cambricon (sector de chips, ROE 25.21%) — líder en diseño de chips de IA en China, con ventajas tecnológicas únicas, en una industria explosiva y con potencial a largo plazo.
Contemporary Amperex Technology (baterías de litio para movilidad, ROE 17.76%) — líder mundial en baterías de energía, beneficiándose de la transición energética global y la neutralidad de carbono, con alta certeza en su ciclo de negocio.
Banco de Ningbo (banca, ROE 6.9%) — con buena gobernanza y talento, enfocado en clientes de alto valor en áreas específicas, con perfil defensivo.
Hengrui Medicine (biotecnología, ROE 9.42%) — con capacidad de innovación en I+D, en la ola de modernización de la industria farmacéutica china, con valor estratégico.
China Mobile (servicios de telecomunicaciones, ROE 8.3%) — con negocio monopolístico que genera flujo de caja estable y margen de seguridad, además de alto dividendo para ingresos recurrentes.
Conclusión: una reflexión fría sobre la inversión en acciones chinas
Las acciones chinas están en un punto de inflexión importante. La mejora en beneficios empresariales, el potencial de reparación en valoraciones y el apoyo político claro sustentan una estrategia de inversión a largo plazo. Pero también hay que reconocer que gran parte del repunte actual es resultado de la expansión en valoraciones, y solo una mejora real en los fundamentales podrá sostener una tendencia alcista duradera.
Para los inversores taiwaneses, invertir en China continental requiere tanto aprovechar las oportunidades como gestionar los riesgos. Elegir corredores regulados, diversificar las inversiones y revisar periódicamente los cambios en los fundamentales son actitudes prudentes. La historia de las acciones chinas continúa, pero cada inversor debe participar con una mente clara y racional.