¿Cómo será la tendencia del tipo de cambio del yen en 2026? ¿Es recomendable comprar yen? Análisis en profundidad y estrategias de inversión

¿Aún vale la pena invertir en yenes? Observa estas tres señales

Al hablar de inversión en yenes, muchas personas preguntan: ¿Ahora puedo comprar yenes? ¿Cómo se moverá el tipo de cambio el próximo año? Esta pregunta no tiene una respuesta sencilla, pero podemos evaluar desde tres perspectivas: política del banco central, análisis técnico y predicciones de instituciones.

Recientemente, el rendimiento del yen no ha sido muy favorable. Desde octubre de 2025, el tipo de cambio dólar/yen ha ido en aumento, alcanzando en noviembre más de 157, marcando un mínimo de los últimos 34 años. Pero esto es precisamente un buen momento para analizar el valor de inversión en yenes — el yen puede estar ya sobrevendido.

¿Por qué se deprecia el yen? La lógica detrás de su caída constante

Desde principios de 2024, el yen ha experimentado un ciclo de depreciación de casi 10 meses. Esto no es casualidad; hay una lógica económica clara que lo respalda.

La diferencia de tasas es el motor principal. El Banco de Japón mantiene una política ultra expansiva desde hace tiempo, con tasas de interés muy por debajo de la Reserva Federal de EE. UU. En un contexto de altas tasas en EE. UU., los operadores de arbitraje siguen tomando fondos baratos en Japón y transfiriéndolos a activos de mayor rendimiento en EE. UU., generando una presión constante de venta sobre el yen.

El contraste en expectativas de política es evidente. En enero de 2025, el BOJ subió las tasas a 0.5%, la mayor subida en una sola ocasión desde 2007. El mercado esperaba más endurecimiento, pero luego el BOJ mantuvo las tasas sin cambios en seis reuniones entre enero y octubre, disipando las expectativas de nuevas subidas. Mientras tanto, la Fed inició un ciclo de recortes en septiembre, ampliando aún más la diferencia de tasas entre EE. UU. y Japón.

Preocupaciones fiscales generan inquietud. El nuevo gobierno japonés impulsa políticas fiscales expansivas, lo que genera dudas sobre la sostenibilidad de la deuda pública y reduce la atracción del yen.

Estos factores, en conjunto, llevaron al dólar a subir desde 140 a más de 157 yenes a finales de 2025. Pero cabe destacar que, la mayoría de las instituciones creen que esta caída ya ha llegado a su límite.

¿Rebotará el yen en 2026? ¿Qué opinan las instituciones?

Morgan Stanley en su informe más reciente muestra una visión optimista. El estratega de la firma señala que, con signos claros de desaceleración en EE. UU., si la Fed inicia un ciclo de recortes continuos, el yen frente al dólar podría apreciarse cerca de un 10% en los próximos meses.

Más importante aún, Morgan Stanley considera que el tipo de cambio actual del dólar frente al yen ya se ha desviado de su valor fundamental. Con la caída en los rendimientos de los bonos estadounidenses, el valor razonable se ajustará en el primer trimestre de 2026. Según sus cálculos, el dólar podría volver a situarse cerca de 140 yenes a principios del próximo año.

Pero el informe también advierte: si la economía estadounidense se recupera en la segunda mitad de 2026, y la especulación de arbitraje se reactiva, el yen podría volver a sufrir una nueva depreciación.

Cuatro factores clave para determinar la tendencia del yen

Si quieres invertir en yenes, debes seguir estos cuatro indicadores económicos:

1. Tendencias de la política del banco central
El gobernador del BOJ, Ueda, afirmó recientemente en el Congreso que el banco debe estar atento al riesgo de que la debilidad del yen eleve los costos de importación. Estas declaraciones fueron interpretadas como una señal de posible subida de tasas. Si el BOJ realmente inicia un ciclo de aumento en 2026, el yen se beneficiará. Por el contrario, si mantiene la política sin cambios, el rebote será limitado.

2. Datos de inflación (IPC)
Actualmente, la inflación en Japón sigue siendo moderada, lo que limita la urgencia del BOJ para subir tasas. Si en 2026 la inflación aumenta notablemente, apoyará una subida de tasas; si continúa bajando, las expectativas de cambio en la política del BOJ disminuirán.

3. Indicadores de crecimiento económico
El PIB y el PMI manufacturero de Japón determinarán el margen de maniobra del BOJ. Si la economía crece de forma sólida, el banco tendrá más razones para normalizar su política, favoreciendo la apreciación del yen. Si la economía se mantiene débil, el BOJ deberá seguir con políticas expansivas, lo que presionará a la baja al yen.

4. Entorno del mercado global
El yen tiene un carácter tradicional de refugio. Cuando ocurren eventos de riesgo global (conflictos geopolíticos, crisis económicas), los fondos tienden a fluir hacia el yen. Además, los cambios en las políticas de otros bancos centrales también afectan al yen: cuanto mayor sea el recorte de tasas de la Fed, mayor será la probabilidad de que el yen se aprecie.

Análisis técnico: ¿Cuándo entrar?

Desde el análisis técnico, a corto plazo, la estrategia más segura sigue siendo vender en los máximos del dólar/yen. El nivel clave de control de riesgo puede situarse en 156.70.

Si las autoridades japonesas intervienen en el mercado de divisas o la reunión de diciembre confirma una senda de subida de tasas, el tipo de cambio podría caer abruptamente, con objetivos en 150 o incluso menos.

Por otro lado, si no se cumplen estos factores positivos, el dólar/yen aún tiene espacio para subir. Los inversores deben ajustar sus stops según su tolerancia al riesgo.

¿Debería comprar yenes ahora? ¿Qué recomienda?

Para inversores con necesidades de viajes o consumo en Japón, puede ser conveniente comprar en cuotas. Aunque el yen está en niveles relativamente altos, si en la primera mitad de 2026 se produce un rebote, los costos serán mayores en ese momento. Asegurar una parte del tipo de cambio por adelantado no es una mala idea.

Para traders profesionales de divisas, es fundamental seguir de cerca las reuniones del banco central, los datos económicos y otros eventos clave. Si tras la reunión de diciembre se confirma la expectativa de subida de tasas, o si las autoridades japonesas anuncian intervención en el mercado, será una buena oportunidad para vender dólares/yen. Pero siempre con stops para gestionar el riesgo.

Para inversores con poca tolerancia al riesgo, no es momento de apresurarse. Es mejor esperar señales más claras, como una confirmación oficial de subida de tasas por parte del BOJ o una reducción continua de tasas en EE. UU., antes de actuar.

Recapitulación: los altibajos del yen en los últimos diez años

Para entender la situación actual del yen, hay que revisar su historia en la última década.

Tras el terremoto de 2011, Japón necesitó importar mucho petróleo para compensar la pérdida de energía, aumentando la demanda de dólares y debilitando el yen.

En 2012, con la llegada de Abe al poder, se implementaron políticas económicas conocidas como “Abenomics”, y en 2013 el BOJ lanzó una expansión monetaria sin precedentes. La presidenta Kuroda prometió hacer todo lo posible, inyectando en dos años unos 1.4 billones de dólares en liquidez. La bolsa reaccionó positivamente, pero el yen se depreció casi un 30% en ese período.

En 2021, tras comenzar la Fed a reducir su estímulo, la diferencia de tasas se amplió aún más, y las operaciones de arbitraje en yenes se intensificaron. Inversores nacionales e internacionales tomaron fondos en yenes para comprar bonos y acciones de alto rendimiento, presionando aún más a la baja al yen.

En 2023, con la llegada de un nuevo gobernador, se empezó a especular con un cambio en la política ultra expansiva. La inflación en Japón superó el 3% (máximo en más de 40 años), aumentando las expectativas de ajuste.

En 2024, se produjo un punto de inflexión. En marzo y julio, el BOJ subió las tasas a 0.25%. Pero, dado que la Fed también endureció su política, la diferencia de tasas no se redujo mucho, y el yen siguió debilitándose. A finales de año, el dólar/yen rompió los 155.

En enero de 2025, el BOJ hizo un movimiento importante, subiendo las tasas en 50 puntos básicos hasta 0.5%. El mercado reaccionó con optimismo, y el yen se fortaleció, llevando el dólar/yen de 158 a 140.876. Pero esta recuperación no duró. Con la Fed iniciando recortes y el BOJ manteniéndose, el yen volvió a debilitarse tras mayo, rompiendo los 157 y alcanzando nuevos mínimos.

Conclusión: la ventana de inversión en yenes

Aunque en el corto plazo la diferencia de tasas entre EE. UU. y Japón sigue siendo un factor que presiona al yen, a medio y largo plazo, el yen terminará retornando a su nivel de cambio fundamental. El nivel de 157, que parece alto ahora, probablemente marque el fin de la actual fase de depreciación.

La oportunidad de inversión en 2026 radica en:

  • Confirmar señales de política del banco central: si en la reunión de diciembre el BOJ indica una subida de tasas, el yen podría rebotar.
  • El ritmo de recortes de la Fed: cuanto más agresivo sea, más rápido se reducirá la diferencia de tasas, beneficiando al yen.
  • Eventos de riesgo: cualquier crisis geopolítica o económica puede activar compras de refugio en yenes.

Para quienes desean invertir en yenes, lo recomendable es seguir estos indicadores y ajustar su estrategia según su situación financiera. No hay que precipitarse, pero sí estar preparado para actuar con decisión en el momento adecuado.

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