Los minoristas todavía están aferrados a las actividades de altos intereses en algunos de los principales exchanges, mientras los apostadores con apalancamiento luchan ferozmente en la clasificación, pero los de Wall Street ya han visto el final de este juego desde fuera del tablero.

Justo ahora, cuando las nervios de todos aún estaban temblando por la historia de «máximo 15% de rendimiento anual» y «recompensas por subir en la clasificación», un conjunto de datos salió de un edificio de oficinas en la costa este — tan frío que hace temblar hasta los huesos.

Ayer, en un solo día, el flujo neto de ETF de Bitcoin fue de 1.886 millones de dólares. El ETF de Ethereum tampoco escapó, con una salida neta de 95.50 millones de dólares.

En un solo día, se evaporaron 2.84 mil millones de dólares.

Sin comunicados de prensa, sin explicaciones oficiales, solo esta serie de números allí, como una bofetada silenciosa.

Al poner estos 2.84 mil millones junto a otros números de hoy, toda la escena se vuelve clara:

Un gran exchange está usando «altos intereses» y diversas políticas de incentivos para intentar atrapar el último dinero ocioso de los minoristas en la plataforma. Otro exchange líder, con una pérdida flotante de 1.4 mil millones y un préstamo de 8.7 mil millones, se ha colado en las tres principales posiciones de Ethereum. Los grandes jugadores del sector han completado adquisiciones por 8.6 mil millones de dólares, repartiendo silenciosamente el mercado.

¿Ves el truco?

Se está representando una tragicomedia en tres actos que se desarrolla simultáneamente:

**Primer acto: La trampa suave de la plataforma**

Los exchanges levantan la bandera de «rendimiento estable», usando todo tipo de actividades y premios electrónicos, persuadiéndote suavemente: «Quédate, no te vayas, tu dinero aquí es lo más seguro y aún puede generar intereses». En otras palabras, están construyendo desesperadamente una muralla psicológica para evitar que los fondos de los usuarios salgan.

**Segundo acto: La máquina de apalancamiento de los apostadores**

La lucha en la clasificación, la locura de los múltiplos de apalancamiento, todo esto está consumiendo al último grupo de minoristas dispuestos a arriesgarse.