¿Cuándo tu sueldo te sitúa por debajo de la línea de pobreza? En 2025, la respuesta depende de dónde vivas y quiénes formen tu hogar. El umbral de pobreza más reciente del Censo de EE. UU. se ha convertido en el punto de referencia para determinar la elegibilidad en los principales programas de asistencia—desde atención médica hasta cupones de comida. Aquí te explicamos qué significan realmente estos números para las familias estadounidenses que luchan por llegar a fin de mes.
El umbral de pobreza 2025: Dónde se marca la línea
Según el Censo de EE. UU., una persona sola que gane $15,650 o menos al año en los estados contiguos se considera en situación de pobreza. Para una familia de cuatro, ese umbral sube a $32,150 anuales. Estas cifras pueden parecer arbitrarias, pero tienen su origen en 1963, cuando la estadística de Seguridad Social Mollie Orshansky calculó lo mínimo necesario para alimentar a una familia y cubrir otros gastos esenciales de vida.
Para ponerlo en perspectiva, el ingreso medio de los hogares en 2025 es de $75,580—casi 2,3 veces el umbral de pobreza para una familia de cuatro. La brecha entre lo que los estadounidenses realmente ganan y lo que califica como pobreza se ha ampliado significativamente, dejando a millones atrapados en una brecha cada vez mayor.
Cómo cambian los umbrales de pobreza según la geografía
El estado en el que resides afecta directamente si tu salario está por debajo o por encima de la línea de pobreza. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. utiliza datos del Censo para determinar la elegibilidad en programas como SNAP (Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria).
Estados contiguos y Washington D.C.:
Persona sola: $15,650
Hogar de dos personas: $21,150
Hogar de tres personas: $26,650
Familia de cuatro: $32,150
Añade $5,500 por cada persona adicional
Los umbrales más altos de Alaska reflejan los mayores costos de vida:
Persona sola: $19,550
Familia de cuatro: aproximadamente $39,200 (con adiciones por miembros extra)
Hawái se sitúa en un punto intermedio:
Persona sola: $17,990
Familia de cuatro: aproximadamente $38,300
Los residentes de Alaska y Hawái necesitan ingresos sustancialmente mayores para cubrir las necesidades básicas, lo que subraya cómo los factores geográficos redefinen qué significa “pobreza” en Estados Unidos.
La crisis actual de pobreza: Números reales
Según datos del Censo de 2023, el 11,1% de los estadounidenses—aproximadamente 36,8 millones de personas—vive en situación de pobreza. Aunque la tasa oficial de pobreza bajó 0,4 puntos porcentuales respecto a 2022, otras métricas muestran una historia más preocupante. La medida de pobreza suplementaria indica que la pobreza infantil en realidad aumentó hasta el 13,7%, lo que sugiere que los cálculos tradicionales pueden subestimar las dificultades de las poblaciones vulnerables.
La Seguridad Social sigue siendo la herramienta más efectiva contra la pobreza en el país, sacando a 27,6 millones de personas de la pobreza suplementaria cada año. Sin ella, la crisis sería mucho más grave.
Cómo realmente gastan su dinero los pobres: Un desglose que muestra la lucha
El impacto real de vivir en pobreza se hace evidente al analizar los patrones de gasto de los hogares. Quienes ganan menos de $30,000 enfrentan decisiones difíciles que los estadounidenses con más recursos nunca tendrían que tomar.
La vivienda consume una proporción desproporcionada. Mientras que los hogares estadounidenses promedio dedican el 33,8% de sus ingresos a la vivienda, los que ganan menos de $30,000 destinan el 41,2%—una diferencia que deja menos dinero para todo lo demás. La alimentación cuenta una historia similar: los hogares más pobres que ganan menos de $15,000 gastan el 16,7% de sus ingresos en comestibles, frente al promedio nacional del 12,4%.
Los costos de salud también afectan más. Los hogares de bajos ingresos que ganan entre $15,000 y $30,000 dedican el 10,9% a gastos médicos, frente al 8,1% de los hogares promedio. Cuando vives de sueldo en sueldo, una emergencia médica puede desencadenar una catástrofe financiera.
Por otro lado, el gasto discrecional se reduce drásticamente. El entretenimiento pasa del 5,3% del presupuesto familiar promedio al 4,6% para los más pobres. Los gastos personales y las primas de seguros caen del 11,8% a apenas el 1,2% para quienes ganan menos de $15,000—una diferencia impactante que refleja decisiones imposibles entre protección financiera y supervivencia inmediata.
Los datos revelan una verdad incómoda: la pobreza no es solo una cuestión de números más bajos en una nómina. Se trata de una presión sistémica que obliga a las familias a sacrificar seguridad, salud y calidad de vida básica solo para mantener las luces encendidas.
Entendiendo el contexto histórico
El sistema de medición de la pobreza en sí mismo data de hace seis décadas, pero sigue siendo sorprendentemente resistente a medida que los responsables políticos continúan revisando los umbrales para reflejar las realidades económicas modernas. Lo que Mollie Orshansky calculó en 1963 ha evolucionado, pero el principio fundamental persiste: el gobierno debe definir y medir las dificultades para abordarlas de manera efectiva. Queda en debate si los umbrales actuales capturan con precisión la pobreza del siglo XXI.
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¿Qué salario califica como vivir en la pobreza? Las cifras de 2025 revelan una realidad impactante
¿Cuándo tu sueldo te sitúa por debajo de la línea de pobreza? En 2025, la respuesta depende de dónde vivas y quiénes formen tu hogar. El umbral de pobreza más reciente del Censo de EE. UU. se ha convertido en el punto de referencia para determinar la elegibilidad en los principales programas de asistencia—desde atención médica hasta cupones de comida. Aquí te explicamos qué significan realmente estos números para las familias estadounidenses que luchan por llegar a fin de mes.
El umbral de pobreza 2025: Dónde se marca la línea
Según el Censo de EE. UU., una persona sola que gane $15,650 o menos al año en los estados contiguos se considera en situación de pobreza. Para una familia de cuatro, ese umbral sube a $32,150 anuales. Estas cifras pueden parecer arbitrarias, pero tienen su origen en 1963, cuando la estadística de Seguridad Social Mollie Orshansky calculó lo mínimo necesario para alimentar a una familia y cubrir otros gastos esenciales de vida.
Para ponerlo en perspectiva, el ingreso medio de los hogares en 2025 es de $75,580—casi 2,3 veces el umbral de pobreza para una familia de cuatro. La brecha entre lo que los estadounidenses realmente ganan y lo que califica como pobreza se ha ampliado significativamente, dejando a millones atrapados en una brecha cada vez mayor.
Cómo cambian los umbrales de pobreza según la geografía
El estado en el que resides afecta directamente si tu salario está por debajo o por encima de la línea de pobreza. El Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. utiliza datos del Censo para determinar la elegibilidad en programas como SNAP (Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria).
Estados contiguos y Washington D.C.:
Los umbrales más altos de Alaska reflejan los mayores costos de vida:
Hawái se sitúa en un punto intermedio:
Los residentes de Alaska y Hawái necesitan ingresos sustancialmente mayores para cubrir las necesidades básicas, lo que subraya cómo los factores geográficos redefinen qué significa “pobreza” en Estados Unidos.
La crisis actual de pobreza: Números reales
Según datos del Censo de 2023, el 11,1% de los estadounidenses—aproximadamente 36,8 millones de personas—vive en situación de pobreza. Aunque la tasa oficial de pobreza bajó 0,4 puntos porcentuales respecto a 2022, otras métricas muestran una historia más preocupante. La medida de pobreza suplementaria indica que la pobreza infantil en realidad aumentó hasta el 13,7%, lo que sugiere que los cálculos tradicionales pueden subestimar las dificultades de las poblaciones vulnerables.
La Seguridad Social sigue siendo la herramienta más efectiva contra la pobreza en el país, sacando a 27,6 millones de personas de la pobreza suplementaria cada año. Sin ella, la crisis sería mucho más grave.
Cómo realmente gastan su dinero los pobres: Un desglose que muestra la lucha
El impacto real de vivir en pobreza se hace evidente al analizar los patrones de gasto de los hogares. Quienes ganan menos de $30,000 enfrentan decisiones difíciles que los estadounidenses con más recursos nunca tendrían que tomar.
La vivienda consume una proporción desproporcionada. Mientras que los hogares estadounidenses promedio dedican el 33,8% de sus ingresos a la vivienda, los que ganan menos de $30,000 destinan el 41,2%—una diferencia que deja menos dinero para todo lo demás. La alimentación cuenta una historia similar: los hogares más pobres que ganan menos de $15,000 gastan el 16,7% de sus ingresos en comestibles, frente al promedio nacional del 12,4%.
Los costos de salud también afectan más. Los hogares de bajos ingresos que ganan entre $15,000 y $30,000 dedican el 10,9% a gastos médicos, frente al 8,1% de los hogares promedio. Cuando vives de sueldo en sueldo, una emergencia médica puede desencadenar una catástrofe financiera.
Por otro lado, el gasto discrecional se reduce drásticamente. El entretenimiento pasa del 5,3% del presupuesto familiar promedio al 4,6% para los más pobres. Los gastos personales y las primas de seguros caen del 11,8% a apenas el 1,2% para quienes ganan menos de $15,000—una diferencia impactante que refleja decisiones imposibles entre protección financiera y supervivencia inmediata.
Los datos revelan una verdad incómoda: la pobreza no es solo una cuestión de números más bajos en una nómina. Se trata de una presión sistémica que obliga a las familias a sacrificar seguridad, salud y calidad de vida básica solo para mantener las luces encendidas.
Entendiendo el contexto histórico
El sistema de medición de la pobreza en sí mismo data de hace seis décadas, pero sigue siendo sorprendentemente resistente a medida que los responsables políticos continúan revisando los umbrales para reflejar las realidades económicas modernas. Lo que Mollie Orshansky calculó en 1963 ha evolucionado, pero el principio fundamental persiste: el gobierno debe definir y medir las dificultades para abordarlas de manera efectiva. Queda en debate si los umbrales actuales capturan con precisión la pobreza del siglo XXI.