He visto a muchas personas que, debido a que un alto directivo de un intercambio líder compró, se lanzaron a comprar ASTER, y ahora todo el mercado está en modo pesimista. La verdad, en este rango de precio de 0.66, probablemente nadie se atreva a hacerle cortos. Los minoristas que tienen ASTER y los que poseen tokens de plataformas de un intercambio líder no tienen una diferencia esencial, ambos están apostando a que el precio suba más adelante, solo que ASTER tiene una capitalización pequeña y ligera, por lo que en teoría es más fácil de mover con fondos.

Lo interesante viene ahora: ¿quién está realmente vendiendo en estas condiciones, cuando tantos minoristas quieren acumular en niveles bajos? ¿El equipo del proyecto mismo? Pero ¿no acaban de anunciar que recomprarán por 280 millones de dólares?

El problema está en esto. ¿Cómo puede un intercambio descentralizado con solo unos cientos de usuarios diarios tener ingresos reales de 280 millones de dólares? Para ser franco, cualquiera que tenga un poco de sentido común no creería en esa cifra. Si fuera cierto, los que más ganan en el mundo de las criptomonedas serían los principales KOLs, y según esa lógica, sus ingresos anuales deberían ser al menos mil millones.

Así funciona la estrategia en el mundo cripto: contar historias bien hechas es tan importante como cualquier otra cosa. En lugar de decir que los 2800 millones son ingresos de la plataforma, sería mejor decir que es una nueva ronda de financiación. Con respaldo de capital, con una historia que atraerá a alguien a tomar el relevo, incluso si el equipo tiene más empleados que usuarios, o si el producto es prácticamente inexistente, aún pueden ganar dinero contando historias. Al final, quién gana y quién pierde depende de quién sea el último en tomar el relevo.