El ciclo de Benner: por qué los traders de criptomonedas no deberían ignorar esta teoría de hace 150 años

Mientras que la mayoría de los traders confían en indicadores técnicos complejos y en inteligencia artificial, a menudo pasan por alto un método de predicción sorprendentemente efectivo que lleva funcionando desde hace 150 años: el ciclo de Benner. Esta teoría, desarrollada por Samuel Benner en el siglo XIX, parece estar hecha a medida para el mercado actual de criptomonedas. Pero, ¿por qué es así?

La lógica oculta detrás de los patrones repetitivos del mercado

Pánico financiero, prosperidad y decadencia: estos tres estados se repiten en la historia con una regularidad notable. El ciclo de Benner se basa en una observación sencilla pero profunda: los mercados siguen ciclos psicológicos estrechamente ligados al comportamiento humano. Samuel Benner, agricultor y empresario estadounidense, no descubrió este patrón en libros de economía, sino a través de sus propias aventuras financieras.

Tras sufrir pérdidas significativas por cosechas fallidas y crisis económicas, se propuso entender las causas de estas crisis recurrentes. Lo que encontró fue un ritmo que se repite: euforia, colapso y recuperación. Sus observaciones llevaron en 1875 a la publicación de su obra pionera “Benner’s Prophecies of Future Ups and Downs in Prices”, que sentó las bases para una comprensión totalmente nueva del mercado.

El sistema de las tres columnas: cómo funciona el ciclo de Benner

El ciclo de Benner se divide en tres fases que se repiten en diferentes períodos de tiempo:

Fases de pánico (A-Años): En estos años críticos surgen crisis financieras o pánicos en el mercado. Benner reconoció que estos eventos ocurren en un patrón predecible: cada 18 a 20 años vuelve el pánico. Ejemplos que identificó incluyen 1927, 1945, 1965, 1981, 1999 y 2019. Estas fases se caracterizan por pérdidas súbitas de patrimonio, pérdida de confianza y miedo irracional.

Cimas de venta (B-Años): Son los años de euforia extrema, cuando los mercados alcanzan su punto máximo y los precios parecen exagerados. Los inversores están en auge, las valoraciones están infladas y, psicológicamente, los mercados están en su punto más alto. Benner identificó años como 1926, 1945, 1962, 1980 y 2007 como cimas de venta. Quien deshaga sus posiciones en estos años puede asegurar ganancias considerables.

Oportunidades de compra (C-Años): Son las minas de oro para inversores a largo plazo. En 1931, 1942, 1958, 1985 y 2012, los precios tocaron sus mínimos. Activos como acciones, bienes raíces o materias primas son accesibles, y quienes acumulen en estas fases, luego cosecharán grandes beneficios.

De productos agrícolas a Bitcoin: la aplicabilidad universal

Originalmente, la investigación de Benner se centraba en materias primas agrícolas como carne de cerdo, maíz y hierro. Pero la sencillez elegante de su lógica permitió a traders y analistas aplicar el ciclo de Benner a cualquier clase de activo: acciones, bonos, materias primas y ahora también criptomonedas. La psicología sigue siendo la misma, independientemente de si se predicen precios de carne de cerdo o de Bitcoin.

El ciclo de Benner y las criptomonedas: una combinación perfecta

El mercado de criptomonedas está prácticamente predestinado para el ciclo de Benner. Bitcoin y Ethereum siguen ciclos emocionales extremos: fases de euforia febril se alternan con periodos de desesperación total. Esta volatilidad emocional no es irracional; sigue patrones.

Por ejemplo, en 2019: el mercado experimentó una corrección que encajaba perfectamente con la predicción de pánico de Benner para ese año. Mirando hacia adelante, el ciclo de Benner indica que 2026 podría ser un año de prosperidad y altas valoraciones, similar a 1926, 1945 y 2007.

Para los traders de cripto, esto abre estrategias concretas: reducir posiciones en los años B para asegurar ganancias; acumular agresivamente en los años C, cuando el miedo es mayor y los precios están en su punto más bajo.

Por qué este marco antiguo sigue funcionando

La razón es sencilla: la psicología humana no ha cambiado. La codicia y el miedo impulsan los mercados, entonces y ahora. La tecnología puede evolucionar, las plataformas pueden cambiar, pero los impulsores fundamentales permanecen constantes. El ciclo de Benner es, en esencia, una formalización de estas debilidades y fortalezas humanas eternas.

Para los poseedores de Bitcoin y los especuladores de Ethereum, esto significa que los patrones cíclicos que Benner identificó hace más de 150 años pueden servir como guía para navegar en los mercados más volátiles de nuestro tiempo. Una combinación de comprensión psicológica y el ritmo matemático de Benner crea un marco robusto para decisiones estratégicas, tanto en tiempos de pánico como en momentos de euforia.