¡El "Imperio gris" de Bitcoin en China sufre un golpe fulminante!

¡Otra vez olas de conmoción en el mundo cripto! Justo cuando el precio de $BTC fluctúa por encima de los 85,000 dólares y parece al borde del colapso, una repentina "tormenta de extinción de minería" azota Xinjiang, China: ¡todos los campos de minería de Bitcoin en la región cierran de un día para otro! En solo dos días, la potencia de hash global se desploma casi un 30%. Esta caída catastrófica, comparable a un colapso, marca el recorte de potencia de hash más violento desde la reducción a la mitad de 2024.
Xinjiang, que alguna vez fue el "reino subterráneo" de la minería de Bitcoin, aprovechaba la electricidad barata de carbón y una regulación laxa para contribuir con una porción considerable de la potencia de hash mundial. Tras la prohibición nacional en 2021, se convirtió en un "paraíso gris", donde los mineros operaban discretamente para evitar la vigilancia regulatoria. Sin embargo, esta vez la tormenta llegó sin aviso: inspecciones sorpresa por parte de las autoridades, cientos de ASICs de alta eficiencia se apagaron instantáneamente, y más de 40,000 dispositivos fueron forzados a desconectarse. Los expertos del sector califican la situación como un "desastre total": sin advertencia ni margen de maniobra, los mineros solo pudieron ver cómo sus máquinas se apagaban lentamente.
Esta redada ya tenía señales previas: el mes pasado, en varias plataformas sociales, se viralizaron videos de mineros mostrando su riqueza, lo que alertó a las altas esferas del gobierno. La autoridad central ordenó rápidamente, y varias provincias en todo el país coordinaron acciones para capturar los campos mineros en Xinjiang. Antes, China representaba más del 50% de la potencia de hash global; ahora, con esta "gran pérdida", la estructura del poder en la minería mundial se reconfigura en un instante, con Estados Unidos, Kazajistán y otros países extranjeros emergiendo como los principales beneficiados.
Lo que aún resulta más lamentable es la situación de los "mineros fotovoltaicos". En lugares como Qinghai, algunos mineros arrendaron plantas solares abandonadas, usando paneles solares fuera de servicio y agregando baterías de almacenamiento para "sobrevivir": el costo de energía era solo 5 céntimos por kWh, y tras instalar almacenamiento, solo subió a 30 céntimos, mucho más barato que el nivel de 1 dólar en Europa y EE. UU. Pero ahora, con la represión del regulador, confiscación de equipos y cierre de plantas, el sueño de obtener beneficios rápidos en medio año se ha desvanecido en un instante.
Aunque la red de Bitcoin ha sufrido un gran golpe, su mecanismo central sigue siendo resistente: la ajuste de dificultad pronto entrará en acción, beneficiando incluso a los mineros restantes con un aumento en sus ganancias a corto plazo. Sin embargo, esta "terremoto de potencia de hash en China" sin duda suena la alarma: la minería global está altamente concentrada en zonas grises, y cualquier cambio en las políticas puede desencadenar una reacción en cadena. ¿Qué camino tomarán los mineros? ¿Continuarán luchando en la clandestinidad o se lanzarán a la aventura de salir al extranjero?