#PI Pi es un ejemplo típico de especulación ≠ descentralización.
Durante años, Pi ha pasado por “minería”, recomendaciones y varias promesas, pero hasta ahora, el único grupo que ha obtenido beneficios reales es el equipo central de Pi. Millones de usuarios han invertido tiempo, esfuerzo y datos KYC, mientras que el equipo central ha recibido una gran asignación de tokens desde el principio, logrando así la mayor y más asimétrica ganancia en todo el ecosistema.
Los miembros de la comunidad soportan retrasos interminables, restricciones cerradas en la red principal y liquidez limitada, mientras que las billeteras supuestamente relacionadas con el equipo central transfieren tokens y podrían estar obteniendo beneficios de ello. Ya sea que lo llames “pertenencia” o “desbloqueo”, la verdad es simple: quienes tienen el control obtienen los beneficios primero.
No ha habido apertura del mercado durante años. No existe un mecanismo de contabilidad en cadena transparente que pueda ser verificado independientemente por la comunidad. Aún no está claro cuántos PI (Índice de Producto) ha monetizado ya el equipo central.
Sin embargo, en medio de una inflación, presión de venta y riesgos de centralización en aumento, a los usuarios se les dice que “mantengan la paciencia”.
Si el éxito de un proyecto depende de una creencia continua en lugar de utilidad medible, distribución justa y transparencia verificable, esto no es una revolución, sino una señal de advertencia.
En $PI, el equipo central ganó temprano. La comunidad sigue esperando
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#PI Pi es un ejemplo típico de especulación ≠ descentralización.
Durante años, Pi ha pasado por “minería”, recomendaciones y varias promesas, pero hasta ahora, el único grupo que ha obtenido beneficios reales es el equipo central de Pi. Millones de usuarios han invertido tiempo, esfuerzo y datos KYC, mientras que el equipo central ha recibido una gran asignación de tokens desde el principio, logrando así la mayor y más asimétrica ganancia en todo el ecosistema.
Los miembros de la comunidad soportan retrasos interminables, restricciones cerradas en la red principal y liquidez limitada, mientras que las billeteras supuestamente relacionadas con el equipo central transfieren tokens y podrían estar obteniendo beneficios de ello. Ya sea que lo llames “pertenencia” o “desbloqueo”, la verdad es simple: quienes tienen el control obtienen los beneficios primero.
No ha habido apertura del mercado durante años.
No existe un mecanismo de contabilidad en cadena transparente que pueda ser verificado independientemente por la comunidad.
Aún no está claro cuántos PI (Índice de Producto) ha monetizado ya el equipo central.
Sin embargo, en medio de una inflación, presión de venta y riesgos de centralización en aumento, a los usuarios se les dice que “mantengan la paciencia”.
Si el éxito de un proyecto depende de una creencia continua en lugar de utilidad medible, distribución justa y transparencia verificable, esto no es una revolución, sino una señal de advertencia.
En $PI, el equipo central ganó temprano.
La comunidad sigue esperando