Cuando escribí estas líneas, eché un vistazo al reloj. Exactamente un año.

Si no mirara atrás, casi olvidaría dónde empezamos.

Hace un año, hoy, ALLINDOGE era solo un token parpadeante entre muchos otros en la cadena. En aquel entonces, todos llevaban el ADN de un MEME, reunidos con un espíritu juguetón y medio en broma. El grupo estaba lleno de celebración. Sin hoja de ruta. Pantallas llenas de “Hacia la Luna.” El aire estaba cargado de dopamina.

Pero toda fiesta termina eventualmente. Y cuando la marea bajó, enfrentamos la decisión más difícil:
desvanecernos como una estrella fugaz
o quedarnos y construir torres en un campo vacío.

Fue tu compromiso lo que nos dio el valor para elegir lo segundo: construir infraestructura de IA.

Para ser honesto, este último año ha sido silencioso pero ensordecedor.
Los MEMEs dependen del ruido, pero la infraestructura de IA depende de la entrega.

En el camino, elegimos un camino que pocos estaban dispuestos a recorrer.
Mientras otros exageraban conceptos, mantuvimos la cabeza baja y escribimos código.
Mientras el mercado perseguía tendencias, nos centramos en cada iteración y cada pieza de producto entregado.

En una era donde la IA evoluciona a velocidad vertiginosa, simplemente mantenerse en sintonía con el mercado ya exige todo.
Pero no queremos solo mantenernos al día. Queremos ganar.

Hubo innumerables noches en las que el equipo discutió ferozmente sobre la arquitectura subyacente, todo por un objetivo: mantenerse por delante en este ritmo asfixiante de iteraciones, aunque fuera solo un poco.

Y en los momentos más oscuros, lo que nos sostenía no era solo una visión técnica.
Eran los mensajes en silencio de la comunidad diciendo “aquí sigo.”

Gracias a la comunidad, la amargura de este año vino acompañada de dulzura.
De MEME a infraestructura de IA, esto no fue solo un cambio de posicionamiento. Fue una evolución de la voluntad comunitaria.

Hoy, ALLINDOGE ya no es solo un token. Es una infraestructura de IA forjada por tu convicción compartida.

Gracias.
Gracias a las manos de diamante que ignoraron las oscilaciones del mercado y se mantuvieron firmes. Su confianza construyó los cimientos de este proyecto.
Gracias a quienes nos criticaron pero aún así se preocuparon. Su presión nos mantuvo alerta en todo momento.
Gracias a todos los activos en los chats y que difundieron la palabra en Twitter. Convertisteis una broma en una visión que puede transformar la industria.

Ha sido un año, y hemos cruzado montañas.
El camino por delante aún tendrá tormentas, pero porque tenemos a la comunidad detrás, no tememos nada.

Por los próximos 365 días, seguiremos construyendo codo a codo con vosotros.