La perspectiva de Russell Investments sobre la reunión de la Reserva Federal de EE. UU. de esta semana es clara: la economía estadounidense muestra un crecimiento sólido mientras el empleo crece con debilidad, una combinación poco común que hace especialmente difícil la decisión sobre los tipos de interés de la Fed, generando incluso discrepancias internas sobre cuánto “seguro” de política aplicar.

Aun así, prevén que la Reserva Federal recorte los tipos en 25 puntos básicos esta semana, aunque esta bajada tendrá un tono “hawkish”: la declaración de política y la comunicación posterior serán cautelosas, precisamente para evitar que el mercado anticipe un exceso de relajación monetaria.

Además, no esperan que este ciclo de flexibilización sea demasiado agresivo. Russell Investments estima que el ritmo de bajadas se ralentizará o se detendrá a principios de 2026, y que el tipo terminal se situará en torno al 3,25%-3,5%, una previsión bastante más conservadora que algunas opiniones optimistas del mercado.

La recomendación de inversión correspondiente es que, dado que la rentabilidad del bono del Tesoro estadounidense a 10 años ronda el 4,1%, por encima de su valor razonable, es probable que los tipos a largo plazo bajen y los precios de los bonos suban en el futuro. Por ello, aconsejan a los inversores aumentar la exposición a activos con mayor duración en sus carteras.

Curiosamente, antes de la reunión, la rentabilidad del bono estadounidense a 10 años subió hasta un máximo de varios meses del 4,16%, algo poco habitual. Esto podría deberse a la preocupación del mercado por una inflación persistente o por el incierto panorama fiscal de Estados Unidos. Precisamente por estos motivos, aunque la Fed baje los tipos, deberá mantener un tono hawkish para preservar su credibilidad en la lucha contra la inflación.