Siempre he observado a esos payasos que hacen tonterías desde la perspectiva de un espectador externo. Antes hubo un KOL que utilizó la grave enfermedad de su madre para pedir donaciones a usuarios solidarios, y mucha gente se conmovió por su filialidad y donó generosamente.
Yo también, siguiendo a la multitud, transferí silenciosamente el poco saldo que tenía en mi cartera a la dirección publicada. Pero no pasó mucho tiempo antes de que este KOL fuera expuesto como un fraude con todo un guion y montaje de Photoshop.
Después del incidente, como la mayoría, bloqueé a este KOL, sin escribir ningún tuit para denunciar su feo comportamiento; simplemente dejé comentarios de condena como “joder” en algunos hilos de denuncia.
Hace unos días volvió a salir otro caso de estafa con donaciones, el “caso Elizabeth”, y me puse a pensar: ¿por qué esta gente puede renunciar a su dignidad y reputación solo por hacer cosas tan sórdidas?
Siempre se ha dicho que el corazón humano es peligroso, especialmente en esta época en la que lo material pesa más que lo espiritual. La mayoría de nosotros seguimos manteniendo la poca bondad y fraternidad que nos queda, y, en la medida de lo posible y mientras nos protegemos, ayudamos ocasionalmente a los demás. Este estilo de actuar se traslada también a Internet.
Pero estos individuos son diferentes. En la vida real, seguro que son aún peores de lo que vemos en Internet, porque han abandonado sin dudar la última máscara que les ofrece la red.
Recuerdo una novela online de hace mucho tiempo, "Qing Wu Fei Yang" (Ligera danza en vuelo), que decía: "Nunca sabes si al otro lado de Internet hay un perro". Antes de que se rasgue la máscara, nadie sabe si en la realidad eres un perro o no. Ahora bien, ni siquiera llegan a eso.
Ya me he recuperado de la fiebre, aunque sigo mareado en la cama y he pensado mucho. Hoy no voy a investigar proyectos, solo a hablar de esta gentuza que ni a perros llega.
Por último, quiero dar las gracias a esos maestros que aún están llenos de amor y ayudan a los demás a menudo. El orden no implica preferencia, termino de escribir y sigo durmiendo. @phill76815 @NFTCPS @duoduo95920292 @xiaoman1188 @y95277777 @ferdie_jhovie @dakuan_x @Maxxxx12506790 @cz_binance @heyibinance ........
Vale, no sigo elogiando, solo menciono a estos. Si he causado molestias a los maestros, espero me perdonen.
La amistad de un caballero es ligera como el agua; el aroma del té perdura acompañado de la brisa. Seguiré esforzándome en ser una buena persona.
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Siempre he observado a esos payasos que hacen tonterías desde la perspectiva de un espectador externo. Antes hubo un KOL que utilizó la grave enfermedad de su madre para pedir donaciones a usuarios solidarios, y mucha gente se conmovió por su filialidad y donó generosamente.
Yo también, siguiendo a la multitud, transferí silenciosamente el poco saldo que tenía en mi cartera a la dirección publicada. Pero no pasó mucho tiempo antes de que este KOL fuera expuesto como un fraude con todo un guion y montaje de Photoshop.
Después del incidente, como la mayoría, bloqueé a este KOL, sin escribir ningún tuit para denunciar su feo comportamiento; simplemente dejé comentarios de condena como “joder” en algunos hilos de denuncia.
Hace unos días volvió a salir otro caso de estafa con donaciones, el “caso Elizabeth”, y me puse a pensar: ¿por qué esta gente puede renunciar a su dignidad y reputación solo por hacer cosas tan sórdidas?
Siempre se ha dicho que el corazón humano es peligroso, especialmente en esta época en la que lo material pesa más que lo espiritual. La mayoría de nosotros seguimos manteniendo la poca bondad y fraternidad que nos queda, y, en la medida de lo posible y mientras nos protegemos, ayudamos ocasionalmente a los demás. Este estilo de actuar se traslada también a Internet.
Pero estos individuos son diferentes. En la vida real, seguro que son aún peores de lo que vemos en Internet, porque han abandonado sin dudar la última máscara que les ofrece la red.
Recuerdo una novela online de hace mucho tiempo, "Qing Wu Fei Yang" (Ligera danza en vuelo), que decía: "Nunca sabes si al otro lado de Internet hay un perro". Antes de que se rasgue la máscara, nadie sabe si en la realidad eres un perro o no. Ahora bien, ni siquiera llegan a eso.
Ya me he recuperado de la fiebre, aunque sigo mareado en la cama y he pensado mucho. Hoy no voy a investigar proyectos, solo a hablar de esta gentuza que ni a perros llega.
Por último, quiero dar las gracias a esos maestros que aún están llenos de amor y ayudan a los demás a menudo. El orden no implica preferencia, termino de escribir y sigo durmiendo.
@phill76815
@NFTCPS
@duoduo95920292
@xiaoman1188
@y95277777
@ferdie_jhovie
@dakuan_x
@Maxxxx12506790
@cz_binance
@heyibinance
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Vale, no sigo elogiando, solo menciono a estos. Si he causado molestias a los maestros, espero me perdonen.
La amistad de un caballero es ligera como el agua; el aroma del té perdura acompañado de la brisa.
Seguiré esforzándome en ser una buena persona.