A veces, la suerte realmente puede decidir entre la vida y la muerte.

Hace medio mes, una cuenta ballena estuvo a punto de sufrir una liquidación épica: una posición larga de ETH valorada en 167 millones de dólares, con el precio de liquidación en 2.595 dólares. El 21 de noviembre, ETH cayó hasta un mínimo de 2.623 dólares, a solo 28 dólares de la liquidación. Esa pequeña distancia, suficiente para comprar un vaso de té con leche.

¿Hasta qué punto era exagerada su posición en ese momento? Posiciones largas de ETH y XRP por un total de 256 millones de dólares, con pérdidas flotantes que se dispararon hasta los 44 millones. Si hubiera sido liquidado, habría entrado en los primeros puestos del ranking de liquidaciones en la blockchain.

¿Y el resultado? Ahora su posición larga de ETH ya ha recuperado. Así de surrealista es el mercado: alguien está a punto de perderlo todo y, en un abrir y cerrar de ojos, vuelve a la vida completamente. Esta operación le da un nuevo significado a la frase "hacer un buy the dip requiere valentía": también hacen falta suficiente margen y un poco de suerte mística.