¿El banco central de Australia? Sigue dando palos de ciego con las decisiones sobre los tipos de interés. La última comparecencia lo dejó clarísimo: están navegando a ciegas. Y con los vientos en contra a nivel global acumulándose, esa niebla no se va a disipar pronto.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
17 me gusta
Recompensa
17
5
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
UnluckyLemur
· hace8h
El banco central de Australia es realmente un desastre, la escena en la audiencia... ¿Con este nivel aún quieren estabilizar la economía? Me da risa.
Ver originalesResponder0
MidnightGenesis
· hace22h
Los datos en cadena muestran que la lógica de decisión del banco central de Australia realmente tiene problemas; según el código de sus audiencias públicas, el ajuste de parámetros no sigue en absoluto el ritmo del mercado.
Ver originalesResponder0
OldLeekNewSickle
· hace22h
La jugada del banco central australiano... básicamente es una versión renovada de la típica estrategia de “subir primero y luego desplomar” que se ve en los esquemas de capital. Ya estoy harto de las mismas palabras de siempre en las audiencias, el mecanismo para desplumar a los pequeños inversores solo ha cambiado de nombre.
Ver originalesResponder0
bridgeOops
· hace22h
El banco central de Australia esta vez sí que se ha pasado, la audiencia me ha dado ganas de soltar improperios. ¿Con este nivel se atreven a decidir sobre los tipos de interés? Con tantas variables globales apiladas, actúan como ciegos tratando de palpar un elefante.
Ver originalesResponder0
rugpull_survivor
· hace22h
La operación del banco central australiano es realmente como un ciego tocando un elefante, todo depende de la suerte...
¿El banco central de Australia? Sigue dando palos de ciego con las decisiones sobre los tipos de interés. La última comparecencia lo dejó clarísimo: están navegando a ciegas. Y con los vientos en contra a nivel global acumulándose, esa niebla no se va a disipar pronto.