Se avecina una expansión masiva de infraestructuras: las proyecciones muestran que el consumo de energía de los centros de datos en EE. UU. podría alcanzar los 106 gigavatios para 2035. Es un aumento asombroso respecto a los niveles actuales.

Pensemos en lo que esto significa para el sector. Más instalaciones con gran demanda de energía implican mayores costes operativos, posible presión sobre la red eléctrica y renovados debates sobre las fuentes energéticas. Para quienes gestionan operaciones de minería o infraestructuras blockchain, estas cifras no son solo estadísticas: son parámetros clave para la planificación.

El apetito energético sigue creciendo. Ya sea por el entrenamiento de IA, la computación en la nube o las redes de libro mayor distribuido, la curva de demanda apunta en una sola dirección. 106 GW equivale aproximadamente a abastecer de energía a 80 millones de hogares.

Merece la pena observar cómo evoluciona la situación. La disponibilidad y el coste de la energía afectan directamente a dónde se construyen las instalaciones y a la sostenibilidad a largo plazo de las distintas operaciones.