¿Cómo será el mundo dentro de diez años? Quizá tu puesto de trabajo ya lo haya ocupado una IA, el problema de la escasez de mano de obra habrá desaparecido e incluso la humanidad empezará a plantearse seriamente emigrar a Marte... ¿Suena a ciencia ficción? Pero si has visto la reciente entrevista de Musk, te darás cuenta de que no son meras fantasías.
Esta vez no habló ni de cohetes ni de coches eléctricos, sino que planteó tres cuestiones clave que podrían reescribir el destino de la humanidad. Cada una es contundente y todas ya están en marcha.
**¿La IA va a “convertirse en diosa”?** Musk dio una fecha: en torno a 2026, la inteligencia artificial probablemente superará el nivel intelectual de los humanos más inteligentes del planeta. No es exageración, basta ver la velocidad a la que evolucionan los modelos. Para entonces, muchos trabajos que requieren pensar y tomar decisiones los hará mejor la IA que las personas. Si desaparece el trabajo, ¿cómo se gana dinero? ¿Cómo se transforma la economía? ¿Cómo se distribuye la riqueza? Todas son incógnitas.
**Cada vez menos personas, cada vez más problemas** Mientras tanto, la tasa de natalidad global cae. Hay menos jóvenes, la fuerza laboral se reduce y el consumo también disminuye. Por un lado, la IA lleva la eficiencia productiva al máximo; por otro, la demanda se desploma. El desajuste entre oferta y demanda podría apagar el motor de la economía.
**La deuda, una bomba de relojería** Miremos la deuda nacional de EE.UU., que ya ha subido a 38 billones de dólares. Solo los intereses anuales superan el presupuesto de defensa. En un entorno de tipos de interés altos, este agujero solo se hará más grande. Musk lo dice claro: los métodos tradicionales no sirven, al final seguramente recurrirán a imprimir dinero para aliviar la situación, pero los que pagan el precio siguen siendo la gente corriente.
**¿Y sus soluciones?** Musk, en cambio, no está preocupado. Propone dos recetas: una, producir en masa robots humanoides, como el Optimus de Tesla, para cubrir la escasez de mano de obra y disparar la productividad; dos, expandirse al espacio, ya que los recursos y el espacio en la Tierra son limitados, así que hay que buscar nuevos motores de crecimiento económico en Marte.
Puede sonar disparatado, pero si lo piensas bien, no es tan descabellado. ¿Podrá la humanidad superar estos obstáculos con éxito en la próxima década? La respuesta quizá se esconda en los avances tecnológicos y las decisiones que tomemos.
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DaoDeveloper
· hace10h
Honestamente, el ángulo del desajuste entre oferta y demanda es distinto: básicamente es un fallo de consenso a escala civilizacional. Es como si necesitáramos nuevos elementos económicos para manejar esta asimetría, no solo más robots. La tokenómica de un mundo post-escasez... ese es el verdadero enigma que nadie está resolviendo todavía.
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AirdropSweaterFan
· hace10h
Musk está volviendo a vender humo, ¿de verdad ese proyecto de Marte se puede llevar a cabo? Yo, en cambio, estoy más preocupado por qué hacer ahora que se viene la ola de desempleo.
¿Cómo será el mundo dentro de diez años? Quizá tu puesto de trabajo ya lo haya ocupado una IA, el problema de la escasez de mano de obra habrá desaparecido e incluso la humanidad empezará a plantearse seriamente emigrar a Marte... ¿Suena a ciencia ficción? Pero si has visto la reciente entrevista de Musk, te darás cuenta de que no son meras fantasías.
Esta vez no habló ni de cohetes ni de coches eléctricos, sino que planteó tres cuestiones clave que podrían reescribir el destino de la humanidad. Cada una es contundente y todas ya están en marcha.
**¿La IA va a “convertirse en diosa”?**
Musk dio una fecha: en torno a 2026, la inteligencia artificial probablemente superará el nivel intelectual de los humanos más inteligentes del planeta. No es exageración, basta ver la velocidad a la que evolucionan los modelos. Para entonces, muchos trabajos que requieren pensar y tomar decisiones los hará mejor la IA que las personas. Si desaparece el trabajo, ¿cómo se gana dinero? ¿Cómo se transforma la economía? ¿Cómo se distribuye la riqueza? Todas son incógnitas.
**Cada vez menos personas, cada vez más problemas**
Mientras tanto, la tasa de natalidad global cae. Hay menos jóvenes, la fuerza laboral se reduce y el consumo también disminuye. Por un lado, la IA lleva la eficiencia productiva al máximo; por otro, la demanda se desploma. El desajuste entre oferta y demanda podría apagar el motor de la economía.
**La deuda, una bomba de relojería**
Miremos la deuda nacional de EE.UU., que ya ha subido a 38 billones de dólares. Solo los intereses anuales superan el presupuesto de defensa. En un entorno de tipos de interés altos, este agujero solo se hará más grande. Musk lo dice claro: los métodos tradicionales no sirven, al final seguramente recurrirán a imprimir dinero para aliviar la situación, pero los que pagan el precio siguen siendo la gente corriente.
**¿Y sus soluciones?**
Musk, en cambio, no está preocupado. Propone dos recetas: una, producir en masa robots humanoides, como el Optimus de Tesla, para cubrir la escasez de mano de obra y disparar la productividad; dos, expandirse al espacio, ya que los recursos y el espacio en la Tierra son limitados, así que hay que buscar nuevos motores de crecimiento económico en Marte.
Puede sonar disparatado, pero si lo piensas bien, no es tan descabellado. ¿Podrá la humanidad superar estos obstáculos con éxito en la próxima década? La respuesta quizá se esconda en los avances tecnológicos y las decisiones que tomemos.