Los ataques de phishing en el sector cripto durante noviembre han mostrado una señal peligrosa: los atacantes han empezado a fijarse en los grandes poseedores.

Los últimos datos de monitorización muestran que, el mes pasado, los ataques de phishing provocaron la desaparición de aproximadamente 7,77 millones de dólares y afectaron a 6.344 víctimas. El importe total de las pérdidas aumentó un 137% respecto al mes anterior, pero el número de víctimas cayó un 42%. ¿Qué significa esto? La estrategia de ataque ha cambiado.

Los hackers ya no lanzan una red amplia, sino que ahora apuntan de forma precisa a las carteras de las ballenas. El caso más grave supuso una pérdida de hasta 1,22 millones de dólares en una sola transacción, utilizando la técnica de trampas de autorización de firma. La frecuencia de los ataques ha bajado, pero la cantidad conseguida por cada uno se dispara. Esta nueva táctica es profesional y despiadada.