El Bitcoin finalmente subirá y seguirá marcando nuevos máximos históricos. De hecho, esto no es un eslogan emocional, sino que está determinado por su propia estructura.
La lógica central de este activo nunca ha sido “si alguien lo dice o no”, sino las siguientes realidades duras:
La oferta es fija y la demanda sigue aumentando. Entre los activos globales, muy pocos pueden lograr esto. Cada cuatro años se reduce a la mitad, la cantidad en circulación es cada vez menor, mientras que instituciones, ETF y fondos nacionales siguen entrando.
La inflación monetaria global a largo plazo beneficia naturalmente a Bitcoin. No porque sea perfecto, sino porque no tiene soberano, ni impresora de dinero, ni riesgo administrativo. En ciclos de inestabilidad, esta característica es más valiosa de lo que parece.
Las posiciones base compradas por las instituciones nunca se venden, solo se acumulan nuevas. BlackRock, Fidelity, MicroStrategy… Cada vez que aumentan posiciones, es como poner un nuevo suelo al mercado.
Su base de usuarios y consenso sigue creciendo, no disminuyendo. La verdadera burbuja ocurre cuando todos se van; La verdadera tendencia es cuando cada vez se une más gente.
Por eso, la dirección a largo plazo de Bitcoin nunca depende de la emoción. Puede fluctuar, puede caer a la mitad, puede asustar y torturar, pero al final siempre vuelve a superar su máximo anterior.
No es un mito, sino el resultado combinado de matemáticas, estructura, consenso y flujos de capital.
A corto plazo, depende de la emoción, A medio plazo, de la liquidez, A largo plazo solo hay una respuesta: Seguirá subiendo y marcando nuevos máximos históricos, es solo cuestión de tiempo.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
El Bitcoin finalmente subirá y seguirá marcando nuevos máximos históricos. De hecho, esto no es un eslogan emocional, sino que está determinado por su propia estructura.
La lógica central de este activo nunca ha sido “si alguien lo dice o no”, sino las siguientes realidades duras:
La oferta es fija y la demanda sigue aumentando.
Entre los activos globales, muy pocos pueden lograr esto.
Cada cuatro años se reduce a la mitad, la cantidad en circulación es cada vez menor, mientras que instituciones, ETF y fondos nacionales siguen entrando.
La inflación monetaria global a largo plazo beneficia naturalmente a Bitcoin.
No porque sea perfecto, sino porque no tiene soberano, ni impresora de dinero, ni riesgo administrativo.
En ciclos de inestabilidad, esta característica es más valiosa de lo que parece.
Las posiciones base compradas por las instituciones nunca se venden, solo se acumulan nuevas.
BlackRock, Fidelity, MicroStrategy…
Cada vez que aumentan posiciones, es como poner un nuevo suelo al mercado.
Su base de usuarios y consenso sigue creciendo, no disminuyendo.
La verdadera burbuja ocurre cuando todos se van;
La verdadera tendencia es cuando cada vez se une más gente.
Por eso, la dirección a largo plazo de Bitcoin nunca depende de la emoción.
Puede fluctuar, puede caer a la mitad, puede asustar y torturar, pero al final siempre vuelve a superar su máximo anterior.
No es un mito, sino el resultado combinado de matemáticas, estructura, consenso y flujos de capital.
A corto plazo, depende de la emoción,
A medio plazo, de la liquidez,
A largo plazo solo hay una respuesta:
Seguirá subiendo y marcando nuevos máximos históricos,
es solo cuestión de tiempo.