Los ministros del Reino Unido acaban de proponer una idea que está levantando cejas en el espacio cripto: quieren prohibir por completo las donaciones políticas realizadas en activos digitales. ¿Su justificación? Aparentemente, se trata de proteger la "confianza" y la "democracia."

Aquí está la clave: los representantes del gobierno están impulsando esto bajo la premisa de que las transacciones de criptomonedas son de alguna manera imposibles de rastrear. Sin embargo, cualquiera que haya pasado cinco minutos mirando exploradores de blockchain sabe que eso es cuestionable, por decir lo menos. Cada transacción deja un registro permanente y público.

¿Entonces, qué está impulsando realmente este esfuerzo por cerrar las contribuciones políticas en cripto?