Un grupo de personas de McKinsey hizo una predicción loca: los agentes de IA podrían movilizar un mercado de 4.4 billones de dólares para 2030. Suena muy bien, pero hay un error fatal: estos agentes inteligentes trabajarán, pero no gastarán dinero.
Imagina esto: tu asistente de IA necesita llamar a una API, comprar conjuntos de datos, alquilar capacidad de cómputo, y cada vez tiene que pedirte autorización con la clave privada. Es como si hicieras que la niñera usara tu tarjeta bancaria y tu identificación cada vez que compra verduras; ¿y si de repente vacía tu saldo? El costo de confianza es absurdamente alto.
Kite AI apunta a este punto doloroso. Proporciona a cada Agente un conjunto de tres elementos: sistema de identidad en cadena ( para prevenir falsificaciones ), billetera independiente ( para aislar riesgos ), y un canal de liquidación en milisegundos ( con un costo tan bajo que se puede ignorar ). Lo más sorprendente es que se ha añadido un mecanismo de corte inteligente: ¿tu IA se atreve a gastar dinero sin control? Se corta directamente el acceso.
En pocas palabras, este conjunto de cosas resuelve el problema fundamental de "cómo puede la IA comerciar de manera segura de forma autónoma". No se trata de una función llamativa, sino de la base sobre la cual puede girar toda la economía de los agentes. ¿Por qué PayPal y Coinbase, esos veteranos, están liderando la inversión? Porque pueden entenderlo: quien controla la infraestructura de pagos, controla el derecho a imprimir dinero de la próxima generación de economías.
Los datos de la red de pruebas ya están allí. Las personas que ingresan ahora no están apostando a si la tecnología podrá funcionar, sino a si esta pista se convertirá en una necesidad de billones en los próximos dos años. La ventana de tiempo no esperará a nadie.
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SchrodingersFOMO
· 12-05 05:04
Los fondos son como las profundidades del océano.
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GateUser-40edb63b
· 12-05 02:07
No está mal, pero necesita un análisis más profundo.
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mev_me_maybe
· 12-03 03:32
La infraestructura es la verdadera necesidad esencial.
Un grupo de personas de McKinsey hizo una predicción loca: los agentes de IA podrían movilizar un mercado de 4.4 billones de dólares para 2030. Suena muy bien, pero hay un error fatal: estos agentes inteligentes trabajarán, pero no gastarán dinero.
Imagina esto: tu asistente de IA necesita llamar a una API, comprar conjuntos de datos, alquilar capacidad de cómputo, y cada vez tiene que pedirte autorización con la clave privada. Es como si hicieras que la niñera usara tu tarjeta bancaria y tu identificación cada vez que compra verduras; ¿y si de repente vacía tu saldo? El costo de confianza es absurdamente alto.
Kite AI apunta a este punto doloroso. Proporciona a cada Agente un conjunto de tres elementos: sistema de identidad en cadena ( para prevenir falsificaciones ), billetera independiente ( para aislar riesgos ), y un canal de liquidación en milisegundos ( con un costo tan bajo que se puede ignorar ). Lo más sorprendente es que se ha añadido un mecanismo de corte inteligente: ¿tu IA se atreve a gastar dinero sin control? Se corta directamente el acceso.
En pocas palabras, este conjunto de cosas resuelve el problema fundamental de "cómo puede la IA comerciar de manera segura de forma autónoma". No se trata de una función llamativa, sino de la base sobre la cual puede girar toda la economía de los agentes. ¿Por qué PayPal y Coinbase, esos veteranos, están liderando la inversión? Porque pueden entenderlo: quien controla la infraestructura de pagos, controla el derecho a imprimir dinero de la próxima generación de economías.
Los datos de la red de pruebas ya están allí. Las personas que ingresan ahora no están apostando a si la tecnología podrá funcionar, sino a si esta pista se convertirá en una necesidad de billones en los próximos dos años. La ventana de tiempo no esperará a nadie.