Goldman Sachs acaba de soltar una advertencia de realidad: los rendimientos del S&P 500 promediarán solo un 6.5% anualmente durante la próxima década, bajando del 10% histórico. No es exactamente motivo de pánico, pero aquí está el truco.

¿El culpable? Las valoraciones de la IA se han salido completamente de control. Un puñado de acciones tecnológicas de gran capitalización han distorsionado la relación P/E del mercado entero a 23x, un máximo en varios años. Cuando (no si) estos premios se desinflen, arrastrará todo lo demás con él, aproximadamente un 1% de arrastre anual hasta 2035.

Las tasas de interés son otro obstáculo. El aumento de las tasas significa márgenes de beneficio en descenso, a diferencia de los últimos 30 años, cuando ambos seguían expandiéndose.

Pero aquí está la jugada: **Mira al exterior.** Japón y Asia están valorados para un crecimiento del 8.2% y 10.3% respectivamente. ¿Mercados emergentes? 10.9%. Acciones extranjeras como Alibaba y MercadoLibre (el Amazon de América Latina) ofrecen mayores oportunidades de crecimiento, especialmente dado que el dólar está actualmente sobrevalorado en un 15%—eso son otros 2 puntos porcentuales de impulso para las inversiones internacionales.

Las acciones de dividendos también merecen una segunda mirada. Nombres de farmacéuticas como Merck y Pfizer están devaluados pero tienen sólidos pipelines y pagos por venir.

Conclusión: La era de bajos rendimientos para las acciones de EE. UU. ha llegado. Es hora de diversificarse internacionalmente y buscar rentabilidad.