¿Recuerdas cuando Dogecoin era solo una broma? En abril de 2019, cuando Elon Musk tuiteó por primera vez sobre ello, DOGE se negociaba a $0.0025—básicamente cambio de bolsillo. Pero aquí es donde se vuelve salvaje.
Si hubieras invertido $1,000 en DOGE en ese entonces, habrías conseguido aproximadamente 391,849 monedas. Avanzando hasta marzo de 2025, esa misma pila vale alrededor de $67,400. Eso es un retorno de 67x de una moneda meme.
Sí, leíste bien. Una criptomoneda nacida de una broma de internet, con un Shiba Inu como su mascota, se convirtió en un generador serio de riqueza, todo porque un multimillonario decidió apoyarla.
La volatilidad es una locura, sin embargo. DOGE ha oscilado como loco de un día para otro, y sus movimientos de precio a menudo siguen la actividad de Twitter de Musk más que los fundamentos reales. Esa es la espada de doble filo de los activos impulsados por las redes sociales.
¿La imagen más grande? El viaje de seis años de Dogecoin muestra cuán impredecible es realmente el cripto. Sí, el potencial puede ser astronómico, pero el riesgo es igual de extremo. No es un consejo financiero, pero es un recordatorio de que a veces las apuestas más ridículas en cripto terminan siendo las más rentables.
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La apuesta de Dogecoin $1K que dio grandes frutos: el efecto de la moneda meme de Musk
¿Recuerdas cuando Dogecoin era solo una broma? En abril de 2019, cuando Elon Musk tuiteó por primera vez sobre ello, DOGE se negociaba a $0.0025—básicamente cambio de bolsillo. Pero aquí es donde se vuelve salvaje.
Si hubieras invertido $1,000 en DOGE en ese entonces, habrías conseguido aproximadamente 391,849 monedas. Avanzando hasta marzo de 2025, esa misma pila vale alrededor de $67,400. Eso es un retorno de 67x de una moneda meme.
Sí, leíste bien. Una criptomoneda nacida de una broma de internet, con un Shiba Inu como su mascota, se convirtió en un generador serio de riqueza, todo porque un multimillonario decidió apoyarla.
La volatilidad es una locura, sin embargo. DOGE ha oscilado como loco de un día para otro, y sus movimientos de precio a menudo siguen la actividad de Twitter de Musk más que los fundamentos reales. Esa es la espada de doble filo de los activos impulsados por las redes sociales.
¿La imagen más grande? El viaje de seis años de Dogecoin muestra cuán impredecible es realmente el cripto. Sí, el potencial puede ser astronómico, pero el riesgo es igual de extremo. No es un consejo financiero, pero es un recordatorio de que a veces las apuestas más ridículas en cripto terminan siendo las más rentables.