Bitcoin sufrió una caída repentina de $91k a $86k esta semana, y honestamente, los fundamentos no eran el problema. ¿Condiciones macroeconómicas? En realidad, lucen bastante bien.

Los verdaderos culpables surgieron de Asia. El banco central de Japón adoptó un tono sorprendentemente agresivo que tomó por sorpresa a los mercados, mientras que los últimos números del PMI de China fueron más débiles de lo esperado. Ese golpe combinado sacudió rápidamente el sentimiento.

Pero aquí está el truco: Strategy dio indicios de que podría deshacerse de BTC si su valor neto de activos modificado supera ciertos umbrales. Eso asustó a varios poseedores, alimentando la venta.

Irónicamente, todo esto sucedió justo cuando el endurecimiento cuantitativo llega a su fin, las probabilidades de recortes de tasas aumentan, y los flujos de ETF al contado finalmente mostraban señales de revertir hacia territorio positivo. A veces, al mercado simplemente no le importa la buena noticia.