Que un importante gigante inmobiliario chino esté potencialmente en default puede sonar catastrófico, pero aquí está el punto de vista contrario: en realidad podría acelerar las correcciones de mercado necesarias. Cuando los desarrolladores sobreapalancados finalmente enfrentan consecuencias en lugar de rescates interminables, obliga a una asignación de capital más saludable en todo el sector. Claro, el dolor a corto plazo es real: riesgos de contagio, pánico de los inversores, el caos habitual. Pero a largo plazo? Elimina a las empresas zombie sostenidas por garantías implícitas. Los mercados necesitan estos momentos de reinicio, incluso cuando son desordenados. La pregunta no es si los defaults perjudican; es si prevenirlos crea riesgos sistémicos más grandes en el futuro. A veces, la destrucción creativa supera el soporte vital eterno.