El jefe del banco central de Japón está prestando mucha atención a una cosa: ¿las salarios y los precios seguirán alimentándose mutuamente? Ese ciclo sostenido importa. Mucho. Es el factor determinante en su próximo movimiento de política. Sin espiral, sin cambio. ¿Inflación sin crecimiento de ingresos? Eso es un callejón sin salida para el endurecimiento. La decisión depende enteramente de si los trabajadores realmente reciben aumentos que se mantengan—y de si las empresas transfieren esos costos de manera consistente. Todo lo demás es ruido.