Recientemente, muchas personas me han preguntado qué opino sobre la regulación de las monedas estables. Para ser sincero, esto ya debería haber llegado.

Desde el día en que comenzamos a usar USDT, deberíamos haber pensado que se vería envuelto en la guerra oscura de la soberanía monetaria. Anteriormente escribí un conjunto de lógicas sobre la "guerra de las monedas estables" — esto no es un problema técnico, es esencialmente un enfrentamiento directo entre los sistemas monetarios de los países. Al final de la guerra, la mayoría de las monedas de los países podrían tener que retirarse del escenario histórico.

Ahora muchas personas prefieren comparar el orden internacional con la "nueva era de los Tres Reinos", algo así como el equilibrio entre China, EE. UU. y Europa, o la competencia entre China, EE. UU. y Rusia. Pero yo prefiero ver el momento actual como una "era de los Reinos Combatientes": cada jugador dice que representa la justicia, el orden y la civilización, pero en realidad todos están luchando por expandirse: fronteras monetarias, redes de pago, flujos de capital, e incluso territorios. Las monedas estables son el arma más afilada y más oculta en esta expansión. Sin embargo, dicho esto, si no puedes ganarle, es mejor unirte pronto; esta es la realidad.

Por otro lado, la inteligencia artificial está llevando a la civilización humana a un campo completamente desconocido. El orden necesita ser reescrito, las industrias necesitan ser reestructuradas y las clases también deben ser reorganizadas. Nadie puede predecir con precisión cómo será el futuro, pero lo que es seguro es que: una gran cantidad de puestos de trabajo desaparecerán, una gran parte de la población será expulsada del sistema de producción, y las teorías económicas tradicionales también tendrán que ser reescritas en medio de la ola de desempleo.

Cada persona está en el umbral de lo desconocido. He hablado antes sobre RWA, la reindustrialización de EE. UU. y la transformación de la IA, y la redistribución de la riqueza. Pero hay una pregunta que nadie puede responder ahora: ¿cómo será la sociedad del futuro? ¿Cómo será un mundo en el que Tesla construya un coche sin volante? ¿Cómo debemos definir el significado de la riqueza?

¿Qué papel jugarán activos como BTC, ETH y LDO en este cambio de escenario? La respuesta puede ser más compleja de lo que imaginamos.