El proyecto $K realmente deja a uno sin palabras.

El primer airdrop solo dio la mitad, el resto todavía está bloqueado y no se libera. El equipo del proyecto anunció el quince de septiembre que "pronto se enviará el segundo airdrop", ¿y qué pasó? ¿Cuánto tiempo ha pasado y ni siquiera se ha visto la sombra de la segunda temporada?

Esta operación es realmente típica: promesas vacías, bloqueos, dilaciones, tratando a los usuarios como cajeros automáticos. Las airdrops deberían ser una forma de retribuir a la comunidad, pero en su lugar se sienten como limosnas, distribuyéndolas en partes sin dar ninguna certeza.

A decir verdad, este diseño de economía de tokens está agotando la confianza. Se recomienda a todos que miren este tipo de proyectos de manera racional y que no se dejen engañar por el supuesto "próximo airdrop".