#ETH tras la publicación de las últimas Nóminas no agrícolas de Estados Unidos (NFP), el mercado cayó instantáneamente en el caos. Se añadieron 119,000 empleos, una cifra que parece estable, pero la tasa de desempleo saltó al 4.4%—el nivel más alto desde 2021. Por un lado, la economía no se ha desplomado, y por el otro, el mercado laboral se está enfriando; esta señal contradictoria ha llevado a todos a recalcular la posibilidad de un recorte de tasas en diciembre.
Las divisiones internas de la Reserva Federal casi han salido a la superficie. La probabilidad de recortes de tasas ha sido como una montaña rusa, cayendo de cerca del 70% al 30%, y luego saltando de un lado a otro en las horas posteriores a la publicación de los datos. Lo más interesante es que, en este momento, el gobierno japonés de repente lanza un plan de estímulo económico de 21 billones de yenes, listo para pisar el acelerador; mientras que la Reserva Federal al otro lado del océano todavía duda si debe pisar el freno. El ritmo de los bancos centrales globales se ha vuelto totalmente caótico.
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#ETH tras la publicación de las últimas Nóminas no agrícolas de Estados Unidos (NFP), el mercado cayó instantáneamente en el caos. Se añadieron 119,000 empleos, una cifra que parece estable, pero la tasa de desempleo saltó al 4.4%—el nivel más alto desde 2021. Por un lado, la economía no se ha desplomado, y por el otro, el mercado laboral se está enfriando; esta señal contradictoria ha llevado a todos a recalcular la posibilidad de un recorte de tasas en diciembre.
Las divisiones internas de la Reserva Federal casi han salido a la superficie. La probabilidad de recortes de tasas ha sido como una montaña rusa, cayendo de cerca del 70% al 30%, y luego saltando de un lado a otro en las horas posteriores a la publicación de los datos. Lo más interesante es que, en este momento, el gobierno japonés de repente lanza un plan de estímulo económico de 21 billones de yenes, listo para pisar el acelerador; mientras que la Reserva Federal al otro lado del océano todavía duda si debe pisar el freno. El ritmo de los bancos centrales globales se ha vuelto totalmente caótico.