
La identificación por radiofrecuencia (RFID) es una tecnología que utiliza ondas de radio para identificar y rastrear automáticamente etiquetas RFID adheridas a objetos. Fundamental para el Internet de las Cosas (IoT), RFID permite el intercambio de datos sin contacto mediante acoplamiento electromagnético o propagación electromagnética, facilitando la identificación de objetivos y la recopilación de información. Esta tecnología supera las limitaciones de los códigos de barras tradicionales al operar en entornos adversos, identificar varias etiquetas RFID al mismo tiempo, permitir la lectura a larga distancia y posibilitar la reescritura repetida de datos. Las empresas han implantado ampliamente RFID en el seguimiento logístico, la gestión en el sector retail, el transporte inteligente y el seguimiento de activos.
La tecnología RFID tiene sus raíces en la Segunda Guerra Mundial. En 1948, Harry Stockman publicó el artículo "Communication by Means of Reflected Power", donde presentó el concepto prototipo de RFID. Sin embargo, la comercialización de RFID no comenzó hasta la década de 1970, impulsada por los avances en circuitos integrados, microprocesadores y redes de comunicación.
Durante los años ochenta y noventa, se avanzó en la estandarización de RFID, incluyendo la creación de la norma ISO/IEC 14443 y la norma ISO/IEC 15693, que sentaron las bases para aplicaciones globales unificadas.
En 2003, Walmart y el Departamento de Defensa de Estados Unidos anunciaron sus planes de implantación de RFID, lo que impulsó el auge de las aplicaciones industriales. Desde entonces, RFID ha experimentado un rápido desarrollo, con la reducción del coste de las etiquetas RFID y mejoras en la distancia y precisión de lectura, impulsando la llegada de la era IoT.
Un sistema RFID consta de tres componentes principales:
Etiquetas RFID: Formadas por un chip y una antena que contienen información de identificación única y se adhieren a objetos. Según la fuente de energía, las etiquetas RFID se clasifican en:
Lectores: Dispositivos que emiten ondas de radio y reciben las señales devueltas por las etiquetas RFID, transmitiendo los datos a sistemas de procesamiento.
Sistemas de procesamiento de datos: Almacenan, analizan y gestionan la información recopilada.
El proceso incluye: el lector emite ondas de radio en frecuencias específicas. La antena de la etiqueta RFID recibe las ondas electromagnéticas y activa el chip. La etiqueta RFID transmite la información de identificación al lector. El lector recibe y decodifica la información. Los datos se envían al sistema de procesamiento para su análisis.
La tecnología RFID opera en varias bandas de frecuencia: baja frecuencia (125-134 kHz), alta frecuencia (13,56 MHz), ultra alta frecuencia (860-960 MHz) y microondas (2,45 GHz), cada una con diferentes distancias de identificación, velocidades de transmisión y escenarios de aplicación.
A pesar de sus numerosos beneficios, la tecnología RFID implica varios riesgos y desafíos:
Privacidad y seguridad:
Limitaciones técnicas:
Desafíos de estandarización:
Consideraciones de coste:
Para hacer frente a estos desafíos, el sector está desarrollando mecanismos de autenticación cifrada, etiquetas autodestructibles, algoritmos de prevención de colisiones y soluciones de integración de estándares para mejorar la seguridad, fiabilidad y viabilidad económica de los sistemas RFID.
Como tecnología clave para el Internet de las Cosas, RFID está transformando áreas como la gestión de la cadena de suministro, la experiencia en el sector retail y el seguimiento de activos. Con la madurez tecnológica, la integración de RFID con tecnologías emergentes como la inteligencia artificial y blockchain generará nuevas posibilidades de aplicación. Aunque afronta retos de seguridad y estandarización, RFID está superando gradualmente estos obstáculos gracias a la innovación y la mejora regulatoria. En el futuro, soluciones RFID más compactas, económicas e inteligentes actuarán como puentes clave entre el mundo físico y digital, proporcionando un sólido soporte técnico para ciudades inteligentes y manufactura avanzada.
Compartir


