En el análisis técnico, el patrón “Three-Drives” es poco frecuente, pero presenta una alta probabilidad de reversión. Se caracteriza por tres impulsos simétricos, cada uno seguido de un movimiento correctivo. En una tendencia bajista, implica tres descensos consecutivos, intercalados por dos rebotes de corta duración. Cuando se completa el tercer impulso, un fuerte rebote suele anticipar un cambio de tendencia.
A diferencia de figuras más comunes como banderas y gallardetes (que suelen indicar continuación de tendencia), el patrón “Three-Drives” resulta más útil para detectar agotamiento de tendencia y posibles puntos de reversión.

Gráfico: https://www.gate.com/trade/BTC_USDT
Según los últimos informes, Bitcoin está poniendo a prueba la zona de soporte entre 75 000 y 78 000 USD. Esta zona engloba varios niveles estructurales críticos, por lo que es decisiva en el reciente retroceso del mercado.
En las últimas semanas, Bitcoin ha mantenido una tendencia bajista sostenida, formando máximos y mínimos cada vez más bajos, lo que constituye una señal técnica claramente bajista. Bitcoin ya ha perforado varios soportes estructurales clave.
Pese a la debilidad de la estructura del mercado, está empezando a formarse un posible patrón “Three-Drives” cerca de los niveles actuales. El primer y segundo impulso bajista ya se han producido, y el precio se aproxima a la zona del tercero. Si Bitcoin completa el tercer descenso dentro de la franja de 75 000–78 000 USD y rebota con fuerza, generando una reversión clara, esto podría marcar una señal relevante de suelo estructural.
Además, la volatilidad del mercado parece estar reduciéndose, y tanto los indicadores sociales como los datos on-chain apuntan a una menor presión de ventas por pánico.
Si Bitcoin completa el patrón “Three-Drives” y confirma el rebote (es decir, recupera y mantiene el nivel por encima de la zona de soporte de 78 000 USD), podría iniciarse un nuevo movimiento alcista. Históricamente, reversiones estructurales similares han impulsado subidas significativas, llevando a Bitcoin a máximos anteriores o a nuevas zonas de resistencia.
Este escenario podría devolver el protagonismo al mercado, atraer nuevo capital y contribuir a restaurar la confianza de los inversores.





