¿Qué pasó anoche en el mundo cripto? ¡BTC saltó directamente de 84.000 a 92.000 dólares, subiendo un 9,5% de golpe! ETH fue aún más fuerte, rompiendo directamente la barrera de los 3.000 dólares y subiendo más del 10%.

¿Hasta qué punto fue brutal este rebote? En 24 horas, se liquidaron posiciones por valor de 400 millones de dólares en todo el mercado y 110.000 personas fueron directamente barridas. Lo peor fue ese contrato de BTC de 13 millones de dólares en una de las plataformas de trading, que se fue a cero en un instante. Esta vez, los bajistas realmente quedaron atónitos.

¿Por qué subió de repente?

No creas que esto es solo un rebote técnico. El verdadero detonante fue una señal desde la Reserva Federal: la probabilidad de una bajada de tipos de interés de 25 puntos básicos el 10 de diciembre ya ha subido al 89,2%, cuando hace una semana ni siquiera llegaba al 40%.

La razón es sencilla: el dato del PPI de noviembre fue muy flojo, la presión inflacionista está bajando claramente. Si realmente bajan los tipos, el dólar se debilitará, el rendimiento de los bonos estadounidenses caerá y el capital fluirá naturalmente hacia activos de riesgo. Lo más importante es que el mercado ya está apostando por bajadas de tipos continuadas en el primer trimestre de 2026, así que el capital institucional ya está anticipándose.

Aunque la política arancelaria de Trump está causando bastante ruido, la propia Reserva Federal ha dicho que hasta 2026 la tónica seguirá siendo el "aterrizaje suave" y que el entorno de liquidez no se va a endurecer.

¿Y de cara al futuro?

Basta con mirar la historia: en cada ciclo de bajada de tipos de la Reserva Federal, BTC suele subir de media más de un 200%. Ahora el mercado está entrando apenas en la fase inicial de "expectativas al alza → entrada de capital → subida de precios". Si la política realmente cambia de rumbo, el mercado cripto podría vivir una gran subida impulsada por la liquidez.

Por supuesto, esta volatilidad extrema también nos recuerda que el apalancamiento no es un juego. Ahí está la lección de los 400 millones liquidados: el sentimiento de mercado puede cambiar más rápido que pasar una página. Es cierto que las expectativas de política son positivas, pero hasta que se materialicen, la volatilidad seguirá presente.

El momento clave es el 10 de diciembre: esta reunión de la Reserva Federal podría determinar la dirección del mercado para los próximos meses.