El día que la cuenta de #数字货币市场洞察 pasó de 800,000 a cero, lo recuerdo con total claridad. Las voces de la gente a mi alrededor eran como agujas: "¿Un currante jugando con derivados?" "Un pringado siempre será un pringado."

Con los últimos 2,000U en la mano, sabía que era mi única oportunidad.

Pero esta vez, me impuse reglas de hierro.

**Cuatro reglas inquebrantables:**

Antes de abrir una posición, deja por escrito en una nota el nivel de take profit y stop loss. Suba o baje, no se cambia. Escrito queda, pase lo que pase.

Cada orden debe llevar una orden de stop loss. El límite de pérdida se fija en el 5%. Si se alcanza, fuera del mercado sin dudar.

Si no hay señal clara, se permanece fuera. Por tentador que sea el mercado, no se entra, da igual si sube o cae en picado.

Las ganancias se retiran por fases. En cuanto se gana, la mitad se transfiere fuera de la cuenta. Solo es ganancia si está a salvo.

Durante los dos primeros meses, fui una máquina cumpliendo las reglas:

Con una señal de rebote en BTC, entré y cerré la posición según lo planeado. Pequeña ganancia, pero muy estable.

En la corrección de LTC, vendí en tres fases y así evité la caída profunda posterior.

En la novena semana, tras varias operaciones acertadas, el saldo subió a 550,000U, con un beneficio de más de 30,000U.

Algunos me escribieron en privado preguntando si tenía información privilegiada.

La verdad es que mi nivel de análisis del mercado es bastante normal. Pero tengo una ventaja frente a la mayoría: **autocontrol.**

Si miro atrás, lo que revienta a la gente no es el mercado, sino perder el control de uno mismo:

Cuando sube, compras caro y te quedas en la cima;

¿Stop loss? "Voy a esperar, a lo mejor remonta";

¿Coger beneficios? "Si ha subido tanto, seguro que sigue subiendo";

Ganas una vez y crees que eres especial; pierdes una y te la juegas todo para recuperarte.

Eso no es que el mercado te arruine, es que te lo haces tú solo.

**El problema nunca es el mercado, sino no tener un sistema que te obligue a disciplinarte.**

Llevar 2,000U hasta 550,000U no fue cuestión de suerte, sino de grabar esas reglas a fuego y no romperlas nunca, por loco que estuviera el mercado.

Si tú también estás en el fondo, deja de improvisar a lo loco. Ponte tus propias reglas antes de pensar en remontar.