¿Alguna vez te has preguntado por qué otras naciones redenominan su moneda, pero EE. UU. nunca lo ha considerado? Aquí está la cuestión: introducir un "nuevo dólar" no haría que nada fuera más barato. Tu alquiler, comestibles, gas—todo permanece igual en términos reales. Pero psicológicamente? Precios que parecen más pequeños podrían aliviar un poco de esa impresión de precios altos que hemos estado sintiendo. Se trata menos de sustancia económica, más de gestión de la percepción. ¿Acaso los estadounidenses lo aceptarían?
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
¿Alguna vez te has preguntado por qué otras naciones redenominan su moneda, pero EE. UU. nunca lo ha considerado? Aquí está la cuestión: introducir un "nuevo dólar" no haría que nada fuera más barato. Tu alquiler, comestibles, gas—todo permanece igual en términos reales. Pero psicológicamente? Precios que parecen más pequeños podrían aliviar un poco de esa impresión de precios altos que hemos estado sintiendo. Se trata menos de sustancia económica, más de gestión de la percepción. ¿Acaso los estadounidenses lo aceptarían?