¿Alguna vez has notado cómo todos desaparecen cuando los precios caen? El momento exacto en que deberías estar acumulando, la línea de tiempo explota con pánico—"¿ES ESTO EL FIN?!" "¿CANCELADO EL BULL RUN?!" Clásico. Las mejores entradas ocurren cuando el miedo alcanza su punto máximo y las billeteras permanecen cerradas.
Ver originales
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
13 me gusta
Recompensa
13
6
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
gas_fee_therapist
· hace13h
De verdad, cada vez que hay una Gran caída, todos huyen, y yo sigo ahí comprando la caída, es muy satisfactorio.
Ver originalesResponder0
tokenomics_truther
· hace13h
No te equivocas, cada vez que hay un colapso, los que hablan mucho desaparecen más rápido, solo los que realmente tienen valor se atreven a comprar la caída.
Ver originalesResponder0
YieldFarmRefugee
· hace14h
Para ser sincero, cuando hay una caída, realmente nadie se atreve a mover, solo yo sigo aumentando la posición jaja
Ver originalesResponder0
BearMarketMonk
· hace14h
La caída es cuando realmente se reduce pérdidas, cuando sube, todos son grandes Satoshi jajaja
Ver originalesResponder0
SorryRugPulled
· hace14h
Hablando en serio, en este momento los que todavía están llamando son básicamente tontos, los grandes inversores ya se han enriquecido en silencio.
Ver originalesResponder0
ContractHunter
· hace14h
El momento de la caída extrema pone a prueba la naturaleza humana, el 99% solo se muestra fuerte de palabra, realmente pocos se atreven a comprar la caída.
¿Alguna vez has notado cómo todos desaparecen cuando los precios caen? El momento exacto en que deberías estar acumulando, la línea de tiempo explota con pánico—"¿ES ESTO EL FIN?!" "¿CANCELADO EL BULL RUN?!" Clásico. Las mejores entradas ocurren cuando el miedo alcanza su punto máximo y las billeteras permanecen cerradas.