El tiempo lo es todo en este espacio. ¿Esa situación de believe/launchcoin? Un caso clásico de enviar demasiado lento y ver cómo se escapa la oportunidad. Tenían la infraestructura, tenían la línea de asociaciones con whop ya preparada—todas las piezas estaban ahí. Pero en cripto, la vacilación mata el impulso. Para cuando finalmente entregaron, la ventana se había cerrado. El mercado no espera a nadie, y los competidores definitivamente tampoco.
Esta página puede contener contenido de terceros, que se proporciona únicamente con fines informativos (sin garantías ni declaraciones) y no debe considerarse como un respaldo por parte de Gate a las opiniones expresadas ni como asesoramiento financiero o profesional. Consulte el Descargo de responsabilidad para obtener más detalles.
9 me gusta
Recompensa
9
4
Republicar
Compartir
Comentar
0/400
AirdropF5Bro
· hace17h
Es demasiado real, esa ola de believe realmente bombó. Hay infraestructura, hay socios, solo que es un poco lento, cuando te das cuenta la gente ya se ha ido, eso en el mundo Cripto significa muerte.
Ver originalesResponder0
FUD_Whisperer
· hace17h
A decir verdad, creer en el asunto de las monedas es un ejemplo clásico de lo que no se debe hacer. Tenía fundamentos, tenía colaboración, todo estaba listo, y al final, se murió en la indecisión. Esta es la peculiaridad del mundo Cripto: un paso rápido hacia el cielo, un paso lento hacia el infierno.
Ver originalesResponder0
GasFeeCry
· hace17h
Un paso más lento y quedas fuera, así es el mundo Cripto, no hay negociaciones.
Ver originalesResponder0
AirdropNinja
· hace17h
La verdad es que esto es un típico "pensar demasiado, actuar demasiado lento". En el Crypto realmente no se puede dudar, si titubeas, se pierde todo.
El tiempo lo es todo en este espacio. ¿Esa situación de believe/launchcoin? Un caso clásico de enviar demasiado lento y ver cómo se escapa la oportunidad. Tenían la infraestructura, tenían la línea de asociaciones con whop ya preparada—todas las piezas estaban ahí. Pero en cripto, la vacilación mata el impulso. Para cuando finalmente entregaron, la ventana se había cerrado. El mercado no espera a nadie, y los competidores definitivamente tampoco.